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AMPLIARMéxico en camino de desterrar el glifosato (foto: ANSA)

Gradual abandono del uso del glifosato en México

El uso del glifosato, un herbicida que según organizaciones ambientalistas puede tener efectos peligrosos en la salud, será abandonado gradualmente hasta eliminarlo en 4 años, anunció el gobierno mexicano, que promoverá investigaciones para buscar alternativas.

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"Lo que se decidió es que el gobierno no lo usará más. Se va a ir reduciendo poco a poco en cuatro años. Se va a eliminar en forma gradual", afirmó el presidente Andrés López Obrador.

El Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), un organismo gubernamental que apoya proyectos en la materia y otorga beca de postgrado, se encargará de investigar "opciones" para reemplazarlo.

"Esto no es sencillo. Hay países que ya han intentado" hacer esto y "no han podido" pero "nosotros estamos obligados a invertir para buscar alternativas", dijo López Obrador.

La decisión de eliminar el agroquímico no fue fácil y tuvo lugar una intensa discusión dentro del gabinete, donde participaron el ministro de Agricultura Víctor Villalobos y el del Medio Ambiente Victor Toledo.

Al final "se llegó a un consenso mediante la conciliación", indicó el mandatario, aunque en medios periodísticos salió a la luz el fuerte enfrentamiento entre ambos ministros que hace prever su eventual renuncia.

López Obrador afirmó que el uso del fertilizante se limitará solo a la producción particular y "año con año se van a ir reduciendo los volúmenes de importación, porque no podríamos quitarlo, así de un golpe".

"Se nos caería la producción de alimentos. Tendríamos que importarlos", explicó el jefe de Estado.

La Red de Acción en Plaguicidas y sus Alternativas en México (RAPAM), agrupada por más de 180 organizaciones no gubernamentales, sociales y académicas de distintas universidades, exigieron hace poco al ministerio del Medio Ambiente la prohibición del pesticida.

A través de una carta, las ONGs instaron a las autoridades federales a mantener "la negativa a la importación de glifosato" y prohibir "de manera creciente en todos los usos, además de medidas para garantizar la protección de los derechos humanos a la salud y el medio ambiente".

En México se deben "producir y consumir alimentos sanos con una transformación agroecológica del sistema alimentario", señaló la coalición.

La autoridad ambiental del gobierno federal ha negado la importación del glifosato desde diciembre de 2019, pero los grupos ambientalistas no han dejado de presionar para adoptar "medidas legales para eliminar en forma progresiva la importación y el uso del glifosato en México".

"Hay evidencias claras del daño que este compuesto químico ha causado a la salud de la población y a la biodiversidad", indicó RAPAM.

La decisión de cancelar la importación de glifosato ha sido fuertemente cuestionada por gigantes transnacionales que fabrican plaguicidas y el poderoso Consejo Nacional Agropecuario (CNA), que nuclea a empresarios del sector.

Uno de los principales productores de glifosato es Monsanto, propiedad del gigante farmacéutico alemán Bayer.

Se trata de un herbicida clasificado por la Agencia Internacional de Investigación de Cáncer (IARC) de la Organización Mundial de la Salud (OMS) como "probable carcinógeno en humanos".

Asimismo, se le asocia a una amplia variedad de problemas de salud como la encefalopatía, el linfoma, el estrés oxidativo, los problemas al sistema endocrino, nervioso y renal, entre otros, y se considera que daña además la diversidad biológica.

La toxicidad del agroquímico puede afectar a peces, anfibios, tortugas, crustáceos, moluscos, fitoplancton, zooplancton, organismos polinizadores y otros insectos benéficos, así como aves y reptiles, aseguran defensores del medio ambiente.

"El uso de glifosato ha perjudicado ya la producción y exportación orgánica de café y otros cultivos", afirmó Luis Martínez, dirigente de la Coordinadora Mexicana de Pequeños Productores de Comercio Justo.