Un informe le puso números a la licuación del haber previsional en los últimos años: la transferencia millonaria desde el bolsillo de los jubilados se agravó con el ajuste fiscal de 2024, generando que la pobreza en adultos mayores escalara cuatro veces más que a nivel general. Una nueva devaluación tendría efectos brutales sobre esta población.
Cada jubilado acumula, en promedio, una pérdida de 10 millones de pesos de Macri a Milei. Así, mientras las jubilaciones y pensiones siguen siendo el principal componente del ajuste fiscal del gobierno libertario (recorte de 7,9 billones de pesos), el haber medio se ubica ya 39% por debajo del valor de 2015 y, como resultado, se duplicó la tasa de pobreza escalando cuatro veces más en adultos mayores que a nivel general. A todo esto se suma que, por primera vez, en una gestión de gobierno se gastó más en el pago de intereses de deuda que en jubilaciones.
Los datos surgen de un informe privado que reveló la transferencia billonaria de ingresos desde el bolsillo de los jubilados con especial impacto del salto inflacionario de diciembre de 2023 que "cambió la distribución reduciendo salarios y jubilaciones". Así lo señalaron desde el Mirador de la Actualidad del Trabajo y la Economía y analizaron que “la inflación sigue superando mes a mes la evolución del precio del dólar a pesar del ajuste fiscal, de la caída de la actividad y del ingreso de dólares por blanqueo”.
Al respecto, el próximo martes se conocerá el dato oficial de precios minoristas para el mes de diciembre y, según estiman diferentes consultoras, podría ubicarse entre el 2,2 y el 3% mensual. De hecho, esta semana se conocieron las proyecciones del Relevamiento de Expectativas del Mercado (REM) del Banco Central (BCRA) que indicaron que el mercado espera que el Índice de Precios al Consumidor (IPC) sea de 2,7% en tanto que cerraría el año en 117,8%, frenando en parte la desaceleración de la segunda mitad del 2024.
Grandes perdedores
El plan de ajuste y recesión económica del gobierno nacional recae en la mayor parte de la población argentina que depende de su trabajo para sobrevivir. En el caso puntual de las personas mayores de 65 años, encabezan el segmento donde más creció la miseria: la suba de alimentos, de medicamentos y de vivienda, sumado al veto a la recomposición de haberes vía ley del Congreso llevó a que siete de cada diez tengan ingresos insuficientes para subsistir.
Lo anterior, sin embargo, lejos de dar cuenta de una situación reciente se inscribe en un largo derrotero que licuó en el último tiempo el poder de compra de las jubilaciones. En lo concreto, la jubilación media es hoy 39% menor a la de 2015 según señaló un informe elaborado por el Mirador de la Actualidad del Trabajo y la Economía (MATE) que indagó en la evolución real del haber previsional medio desde la gestión de Mauricio Macri a la fecha, destacando que “cada jubilado, en promedio, acumula desde entonces una pérdida de 10 millones de pesos”.
El impacto de la sostenida pérdida de poder adquisitivo generó, a su vez, que la pobreza en adultos mayores escalara cuatro veces más que en el nivel general, es decir, que “los adultos mayores son más pobres que nunca producto del ajuste sobre las jubilaciones”, plantearon desde el centro de estudios.
Sobre ello, la pobreza creció 12,8 puntos solo en un año, la cifra más alta desde la crisis del 2001. Más de 30 millones de personas no tenían al primer semestre del 2024 -según los últimos datos de INDEC disponibles- lo suficiente para llegar a fin de mes. En ese escenario, uno de los segmentos que más sufrió el impacto directo de las medidas de recorte del gasto, liberación desregulada de precios y desmantelamiento estatal fue el de los adultos mayores: en el grupo etario de 65 años y más, la pobreza alcanzó al 29,7% de las personas, un alza de 16,5 puntos contra el mismo semestre de 2023, mientras que en la indigencia saltó 2,4 puntos (pasó de 1,6% a 4%). En ambos casos son los niveles más altos de esta serie que inicia en 2016.
Esto significa que hay más de millón de personas de la tercera edad en situación de pobreza, es decir, que no tienen lo básico para hacer frente a sus necesidades esenciales de alimentos y pago de algunos servicios.
Como resultado, las condiciones de vida de las personas mayores muestran una vejez atravesada por ingresos que no alcanzan siquiera para cubrir lo básico: el valor de la Canasta Básica de los Jubilados se ubicó en $912.500, según la Defensoría de la Tercera Edad CABA (más de 200% de suba respecto de un año atrás) frente a una coyuntura donde más de la mitad del total recibe apenas $265.900 (más bono de $70.000), es decir, tres veces menos que lo necesario para subsistir. Asimismo, las y los beneficiarios de la Pensión Universal para Adultos Mayores apenas reciben $212.700 (más bono), cuatro veces menos que el valor de la canasta esencial. En esa Canasta el mayor peso lo tiene el gasto en Alimentos (26% del total) seguido de Vivienda (22%) y Medicamentos (16%), entre los principales.
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