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AMPLIARLa peor imagen de la pandemia puede volver a Brasil (foto: ANSA)

Con 3 mil muertos diarios, Brasil camina hacia el infierno

La cifra diaria de muertos por COVID-19 en Brasil podría llegar a 3.000 si no se toman medidas serias para detener la propagación del virus, según una presentación realizada en una reunión del equipo de respuesta a la crisis del gobierno, dijeron a Reuters dos fuentes diferentes.

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El grupo de trabajo interministerial, que incluye al Ministerio de Salud y la oficina del jefe de gabinete del presidente, se reunió el jueves para discutir la situación actual de la pandemia en Brasil, donde una brutal segunda ola está matando gente más rápido que en cualquier momento anterior.

El promedio móvil de 14 días es actualmente de 1250 muertes por día.

A pesar del alto número de muertos, las dos fuentes dijeron que el Ministerio de Salud no ve ninguna posibilidad de medidas de distanciamiento social a nivel nacional debido a la resistencia del presidente Jair Bolsonaro.

Bolsonaro ha minimizado constantemente la gravedad del virus y el jueves, después de dos días consecutivos de muertes récord, les dijo a los brasileños que dejen de "lloriquear".

El Ministerio de Salud, respondiendo a una solicitud de comentarios, dijo que no produce estimaciones. No respondió preguntas sobre si las estimaciones se presentaron en la reunión o si el ministerio estuvo de acuerdo con las cifras.

Las fuentes dijeron que las estimaciones fueron calculadas por los secretarios de salud de los estados de Brasil. La oficina del presidente de Brasil no respondió de inmediato a una solicitud de comentarios.

Brasil tiene el segundo número de muertos más alto del mundo, solo detrás de Estados Unidos. Si bien el brote está disminuyendo en los Estados Unidos y Europa, Brasil se enfrenta a su peor fase de la epidemia hasta el momento, lo que lleva a su sistema hospitalario al borde del colapso.

El aumento de las infecciones ha provocado restricciones locales en la capital, Brasilia, y en la ciudad más grande, Sao Paulo.

Particularmente preocupante para las autoridades de salud es la aparición de una nueva variante del coronavirus en la región amazónica que parece más contagiosa y más capaz de reinfectar a quienes anteriormente tenían COVID-19.

La demora del gobierno en adquirir y distribuir vacunas también significa que menos del 3.5% de la población ha recibido su primera inyección.