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AMPLIAREl presidente de la Federación de Productores de Fruta (Fedefruta),Jorge Valenzuela

Productores agrícolas de Chile temen los efectos de una segunda ola

Los productores de fruta en Chile exteriorizaron su preocupación ante eventuales nuevos confinamientos durante el pico de las cosechas de uno de los cinco principales commodities del país.

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Al revés del inicio de la pandemia, la temporada agrícola ya había prácticamente terminado en marzo cuando se conoció el primer contagio de Covid-19 que obligó a estrictas medidas de aislamiento en todo Chile.

El presidente de la Federación de Productores de Fruta (Fedefruta), Jorge Valenzuela, aseveró que "la pandemia nos está complicando claramente la disponibilidad de trabajadores y la calidad en las labores" en Atacama (800 kilómetros al norte de Santiago), donde está partiendo la cosecha de uva de mesa.

Los agricultores temen que una eventual segunda ola de coronavirus en enero pueda llevar a nuevos confinamientos para ciudades y regiones productivas en el pico de la temporada.

Esto, junto con cerciorar las dificultades que ha habido en cuanto a la contratación de trabajadores foráneos para las cosechas debido a las restricciones por la pandemia.

"Hoy en día se está hablando de una segunda ola de coronavirus, en enero, justo cuando estemos en plena cosecha en todas las regiones frutícolas, con uva de mesa, cerezas, berries, carozos y otras especies", señaló Valenzuela.

El presidente de Fedefruta sostuvo que un eventual confinamiento en una región o una ciudad en particular "nos conlleva problemas de logística, retrasos en la fruta fresca, con la cual no nos podemos dar tiempos de espera. Un confinamiento duro en alguna región por supuesto que significará problemas, así que el llamado de nosotros como Federación es a ser muy responsables, cuidamos nuestros campos y nuestras cosechas".

"En la medida que tengamos trazabilidad en los procesos y accionemos de forma muy rigurosa todos los protocolos que hemos acordado, vamos a poder seguir operando", auspició.

Agregó que otro fenómeno que viene derivado del efecto Covid-19, "es que estamos con muchos problemas para la contratación de trabajadores, sobre todo en algunas zonas.

Ahora vengo llegando de Copiapó, en el norte, donde están empezando las cosechas de uva de mesa, y había una disponibilidad fuerte de personas de Bolivia que hoy día no han podido entrar a Chile por motivos de la pandemia".

El dirigente explicó que los productores de Atacama han debido movilizar a trabajadores de otras regiones, "lo que ha implicado un aumento de costos, y traída de mano de obra con desconocimiento del trabajo en particular de la uva de mesa en el norte".

Llamó a los empresarios del sector a "capacitar a la gente, movilizar con todos los cuidados a los trabajadores".

Detalló que hoy, a partir de las cosechas fuertes de las cerezas desde mediados de noviembre, y con la introducción de las cosechas de uva de mesa en el norte del país, "nos tenemos que preparar para correr una maratón, una maratón en términos de cumplir con los protocolos sanitarios". Planteó que el desafío más importante que tienen como productores y exportadores de fruta "es evitar cualquier contingencia de Covid-19 en los huertos, y por supuesto en las plantas de proceso, por lo que hay que ser tremendamente estrictos con el control de temperatura, con el uso de las mascarillas, con el uso de alcohol gel en todos los procesos, y ser capaces de trazar si aparece algún caso de positivo de coronavirus".

Reconoció que con la autoridad han estado trabajando en conjunto "para tener despejada la pista para la exportación", considerando las exigencias que han planteado mercados como el chino.

El ministro de Agricultura, Antonio Walker, también había planteado su inquietud por la mano de obra y llamó a redoblar los esfuerzos.

"La agricultura es muy importante para la recuperación económica del país. Perdimos en 10 meses dos millones de empleos que nos habíamos demorado 10 años en crearlos y hoy tenemos que hacer el esfuerzo de recuperarlos", indicó.

Contó que la agricultura, en dos meses, recuperó 56 mil empleos y "ahora vienen los trabajos en verde, los ajustes de carga, las cosechas, donde van a trabajar cerca de un millón de personas en forma directa y cerca de otro millón de personas de manera indirecta", estimó la autoridad.