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AMPLIARCompromiso sin precedentes del G20 (foto: EPA)

G20 Pide actuar contra "desesperada crisis emergente"

La respuesta sanitaria frente al coronavirus debe seguir siendo la prioridad absoluta según los objetivos fijados durante un encuentro virtual de ministros de finanzas del G20, bajo la presidencia de Arabia Saudita, que fijaron una cita para octubre.

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El impacto económico de la pandemia continúa presentando graves riesgos tras haber precipitado a la economía mundial a una recesión profunda. Entre ellos, la situación cada vez más desesperada de los países emergentes. Y si bien muchos gobiernos miran hacia otro lado, la ayuda sanitaria frente al virus es prioritaria.

Se pondrá el acento sobre esta cuestión en octubre, fecha en la que los ministros de Economía y de gobierno esperan un reporte del Banco Mundial y del Fondo Monetario Internacional para extender, con toda probabilidad, el congelamiento de los pagos sobre 5.200 millones de euros deudas -aunque la necesidad de los 42 países involucrados podrían alcanzar 14.000 millones de euros, según el ministro de Salud saudita, Mohammed Bin Abdullah Al Jaddan- de los países pobres que tienen más dificultades para lidiar con la pandemia. Lo piden a viva voz las ONGs y el FMI solicita mayores esfuerzos, especialmente de los acreedores privados. Algo que David Malpass, presidente del Banco Mundial, ve negro. "Frente a una situación cada vez más desesperada, no hay tiempo que perder", aseguró. Para Malpass es necesario extender las moratorias sobre los intereses y la reducción de las deudas, en algunos casos por completo, hasta 2021.

El G20 -se en el comunicado final- espera una "contracción aguda" de la economía global en 2020, con "perspectivas altamente inciertas y sujetas e elevados riesgos de baja". En esta primera reunión virtual, dedicada a la economía global, los ministros de Economía del G20 recordaron que la comunidad internacional reaccionó velozmente a la crisis y gracias a la intervención de organismos reguladores y de las autoridades de supervisión fue posible mitigar el impacto sobre el crédito sin comprometer la estabilidad financiera.

Esto, a pesar de que la directora general del FMI, Kristalina Georgieva, ve una "profunda recesión" para la economía global, seguida de una recuperación que, en 2021, se preanuncia "parcial y desigual". Además, advirtió que el futuro inmediato se presenta repleto de riesgos: comenzando por "una herida permanente en la economía, en particular, oleadas de bancarrotas, riesgos en la estabilidad financiera, alta desocupación y desigualdad en aumento".

El texto asegura que el G20 se compromete a implementar "medidas inmediatas y excepcionales", incluidas "acciones de balance, monetarias y para la estabilidad financiera".

El organismo incluso va más allá. Georgieva dejó claro -con varios países que concentraron los recursos sobre la economía, descuidaron la atención médica y limitaron al máximo el bloqueo, como Estados Unidos- que "la respuesta sanitaria sigue siendo la prioridad número uno" para proteger tanto a las personas como "los puestos de trabajo y las actividades económicas".

Esto, sin olvidar el apoyo de los bancos centrales y de los gobiernos, empresas y familias que deben continuar dándolo "hasta que sea necesario o se corre el riesgo de que descarrile la recuperación y cause costos aún más altos". Georgieva habló también de la necesidad de políticas que acompañen el impacto "transformador" del Covid-19 sobre la estructura económica y el compromiso suscripto por el G20, de reducir las desigualdades a través de la inclusión financiera, por medio de la inclusión de innovaciones tecnológicas, que permanecen en planos secundarios.

La cuestión de la inclusión financiera es mencionada en el comunicado de prensa final del G20 y seguirá siendo discutido en los próximos meses.