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AMPLIARMario Abdo Benítez, acompaña refuerzo militar en frontera con Brasil

Paraguay se siente amenazado por expansión del COVID 19 en Brasil

La expansión del coronavirus en Brasil representa una gran amenaza para Paraguay, que logró contener el avance de la enfermedad los últimos dos meses con una cuarentena estricta, dijo ayer viernes el presidente Mario Abdo.

Detalles.

Más de la mitad de los 563 casos registrados por el Ministerio de Salud Pública son de paraguayos provenientes de Brasil, que ingresaron al país con un permiso especial. La mayoría se encuentra en cuarentena en albergues custodiados por militares.

Los nuevos casos duplicaron el número total de infectados en apenas una semana y pusieron en alerta a las autoridades, que deben controlar una frontera seca de más de 400 kilómetros, habitualmente muy permeable.

“Brasil es tal vez hoy el lugar donde hay mayor expansión del coronavirus en el mundo y eso es una gran amenaza para nuestro país”, dijo Abdo a periodistas durante un recorrido por el departamento de Misiones en el sur.

“Ya reforcé y militaricé las zonas más vulnerables, de mayor volumen de gente”, agregó.

El ministro de Salud, Julio Mazzoleni, declaró que estaba preocupado también por la “altísima carga viral” que presentan los paraguayos procedentes de Brasil, que son la mayoría jóvenes y asintomáticos. “Resulta para nosotros absolutamente vital tener un control a nivel de frontera”.

Brasil registra más de 135.000 casos de coronavirus y cerca de 9.000 muertos.

Abdo verificó esta semana los controles en el Puente de la Amistad en el este del país, el principal paso limítrofe con Brasil por donde ingresaron unos 2.500 paraguayos que fueron autorizados a retornar las últimas semanas.

Otra de las ciudades donde se reforzó la vigilancia es en la norteña Pedro Juan Caballero, donde una estrecha calle marca el límite con Brasil. Militares cavaron canaletas y pusieron alambres para bloquear el paso tras el cierre de fronteras ordenado en marzo.

“Hubo un incremento de personal para reforzar el control y tratar de que las zonas que estaban siendo vulneradas en la frontera puedan cerrarse”, dijo a Reuters el portavoz de las Fuerzas Armadas, Víctor Urdapilleta.

La cuarentena estricta ayudó a mantener plana la curva de contagios y el número de fallecidos en una decena. Esta semana se reactivaron algunas actividades económicas pero el Gobierno dijo que lo último en abrir serán las escuelas y la fronteras.