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AMPLIARJair Bolsonaro en las calles de Brasilia (foto: ANSA)

Bolsonaro vuelve a pasear y participa de una movilización de sus partidarios

El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, volvió a desafiar al virus y a la cuarentena al salir nuevamente de paseo por Brasilia, acercarse a sus seguidores y acicatearlos con consignas nacionalistas.

Detalles.

Sus adeptos se concentraron este domingo frente al Cuartel General del Ejército en la capital política de Brasil, para pedir una intervención militar y el cierre del Congreso.

"No queremos negociar nada", gritó el presidente ultraderechista subido encima de una camioneta a cierta distancia de los manifestantes, que se agolparon en el lugar con pancartas llamando a la "intervención militar ya con Bolsonaro".

Los manifestantes, vehementes, clamaron en defensa del AI-5 (Acta Institucional número 5), que en 1968 cerró el Congreso y suprimió numerosas garantías constitucionales.

"Estoy aquí porque creo en ustedes y ustedes están aquí porque creen en Brasil", gritó Bolsonaro.

"Basta con la vieja política. Ahora es Brasil sobre todo y Dios sobre todo", clamó el ex militar, en un discurso en el que insistió con el espíritu "patriótico" de los brasileños.

Bolsonaro critica constantemente a los líderes del Congreso, a los gobernadores y alcaldes que defienden las medidas de cuarentena y distanciamiento social para contener la propagación del coronavirus que en Brasil ya cobró más de 2.400 muertes y casi 38 mil contagios.

"Ustedes tienen la obligación de luchar por su país. Cuenten con su presidente para hacer todo lo que sea necesario para que podamos mantener la democracia y garantizar aquello que es más sagrado para nosotros que es nuestra libertad", dijo Bolsonaro.

El presidente viene condenando insistentemente las restricciones de circulación y de actividad comercial implementadas en el país por la crisis del Covid-19 y argumenta que eso daña a laeconomía y "en definitiva causará más muertes" porque "se morirán de hambre·.

Ante los gritos de la multitud, en favor de un cierre del Congreso, el mandatario no cuestionó esas consignas y tampoco el pedido de intervención militar.

"Todos en Brasil tienen que entender que están sometidos a la voluntad del pueblo brasileño", dijo no obstante.

"Juramos un día dar la vida por la patria y vamos a hacer lo que sea posible para mudar el destino de Brasil", dijo Bolsonaro, interrumpiendo su discurso por una crisis de tos llamativa.

Sus ataques a la cuarentena y los encierros lo distanció de su anterior ministro de Salud, el pediatra Luiz Henrique Mandetta, de gran aceptación por la mayoría de personas según las encuestas y que gozaba del apoyo de algunos sectores de la oposición.

Sin embargo, el presidente lo despidió y en su cargo situó al oncólogo Nelson Teich.

También hubo manifestaciones a favor de Bolsonaro en San Pablo, donde dos caravanas movilizaron desde el Parque de Ibirapuera y algunos barrios de clase alta hasta la céntrica Avenida Paulista, donde cientos de manifestantes protestaron contra el gobernador, Joao Doria, un antiguo aliado del mandatario, ahora en favor de la cuarentena.