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AMPLIARPresos masacrados en Pará

Iglesia brasileña alerta otra posible masacre en cárcel de Pará

La Iglesia católica brasileña teme que pueda desatarse otra masacre en un presidio del interior del estado de Pará donde hace dos semanas 58 internos fueron asesinados, de los cuales 16 fueron decapitados.

Detalles.

 A pesar de que el gobierno federal desplazó a algunos cabecillas de la matanza a presidios de otros estados el clima de "tensión permanece" dentro del Centro de Recuperación de Altamira, señaló Petra Silvia Pfaller.

La coordinadora de la Pastoral Carcelaria, dependiente de la Conferencia Nacional de Obispos de Brasil, manifestó su alarma luego de hablar con algunos presos y también con sus familiares sobre la situación dentro del reclusorio de Altamira a más de 800 kilómetros de la capital estadual Belem.

"Los presos estaban tensos y se percibía miedo", contó Pfaller, que la semana pasada recorrió el presidio junto a miembros de la Orden de Abogados de Brasil.

Algunos internos vestían ropas de los reclusos que fueron asesinados, comentó la monja, que es abogada, aunque admite que su registro fue parcial pues la visita fue guiada por las autoridades penitenciarias.

"Confieso que no me gustan mucho este tipo de visitas pero fue lo único que nos autorizaron hacer".

Familiares dijeron que el clima dentro de la cárcel puede desembocar en otra rebelión y que comunicaron esa situación al personal penitenciario.

El pasado 29 de julio 58 internos pertenecientes a la organización Comando Vermelho fueron ejecutados por presos del grupo Comando Clase A y un día después otros cuatro reclusos fueron ahorcados en el camión policial que los trasladaba de Altamira hacia Belem.

Días antes de la tragedia familiares protestaron por las condiciones en que se encontraban los presos y comunicaron a las autoridades penitenciarias que podrían ocurrir incidentes.

La coordinadora Pfaller reportó también supuestos casos de corrupción como la venta de alimentos a precios altos que sólo algunos reclusos pueden pagar.

Además La Pastoral Carcelaria observa la situación en varios presidios de la región amazónica, especialmente en los estados de Amazonas y Roraima, donde han sucedido varias masacres desde 2017 con más cerca de 150 muertos.