Enviar Nota | Imprimir

AMPLIARPetri Hakanen, vicepresidente de UPM, hace el anuncio ayer

Uruguay tendrá nueva mega planta de celulosa de UPM

“Está festejando Uruguay”, dijo el martes el secretario de la presidencia Miguel Ángel Toma poco después de que la empresa finlandesa UPM confirmara que construirá una nueva mega planta de fabricación de celulosa en Uruguay, que estará operativa en 2022.

Detalles.

“Es la mayor inversión en la historia de UPM y la mayor inversión en la historia de Uruguay”, dijo el funcionario a radio Sarandí poco después de que la empresa oficializara su decisión.

Horas antes, UPM había emitido un comunicado en Helsinki confirmando que construirá una planta que procesará anualmente 2,1 millones de toneladas anuales de celulosa, que supondrá una inversión de 2.700 millones de dólares, además de otros 350 millones en instalaciones conexas.

El anuncio llega como un tanque de oxígeno para el gobierno de la coalición de izquierda Frente Amplio, en un momento en que la economía aparece estancada y ya en plena campaña electoral rumbo a las elecciones presidenciales y legislativas de octubre.

“Es la confirmación de que Uruguay tiene un clima de inversión realmente favorable y positivo”, dijo Toma. “Es un momento de regocijo”, agregó.

La nueva planta será construida en el centro del país, vecina a la ciudad de Paso de los Toros y a orillas del río Negro. Será la segunda de UPM en Uruguay y la tercera fábrica de alta producción de pasta de celulosa, pero por su inversión y volumen de producción superará a las anteriores, que producen 1,3 millones de toneladas al año.

El funcionario dijo que la inversión generará un movimiento económico “significativo” y un “impacto notable” en el país, con un “riesgo de contaminación es realmente mínimo”.

“Vamos a tener una planta limpia y que va a dar muchísimos puestos de trabajo a los uruguayos”, sostuvo.

El gobierno uruguayo y la empresa finlandesa UPM habían firmado en 2017 un contrato preliminar de inversión para la construcción de esta mega planta.

Como parte de ese preacuerdo, Uruguay se comprometió a invertir 1.000 millones de dólares en mejorar sus rutas, vías férreas y puertos.

Los compromisos asumidos por el gobierno fueron criticados por la oposición y algunos candidatos presidenciales opositores con posibilidades de ganar las elecciones en octubre han planteado la necesidad de renegociar algunos puntos del acuerdo.

El gobierno sostiene que la construcción de la planta hará que las exportaciones uruguayas aumenten en 1.000 millones de dólares anuales, que el PBI suba un 2% anual y que se generen 6.000 empleos directos durante la etapa de construcción.

La otra planta que UPM ya tiene en el país, a orillas del limítrofe río Uruguay y frente a la ciudad argentina de Gualeguaychú, provocó en 2006 un serio conflicto con Argentina. El diferendo llegó hasta la Corte Internacional de Justicia de La Haya, que en 2010 permitió seguir operando a la pastera al no comprobarse la supuesta contaminación del curso de agua compartido que alegaba Argentina.

El río Negro es un curso de agua que nace en Brasil y, luego que se interna en Uruguay, se transforma en un cauce interno que desemboca en el río Uruguay.