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AMPLIARFamiliares de los presos sin consuelo

Temen más motines en las prisiones brasileñas

El gobernador de Amazonas, Wilson Lima, solicitó ayer al gobierno del presidente Jair Bolsonaro que prolongue por un año la presencia de la Fuerza Nacional de Seguridad luego de la matanza de 55 presos en cuatro presidios de Manaos ocurrida entre el domingo y lunes pasados.

Detalles.

El ministro de Justicia y Seguridad Pública federal, el exjuez Sergio Moro, determinó el envió de efectivos de un grupo de hombres de la Fuerza de Tareas de Intervención Penitenciaria tras las masacres.

"La información que nosotros tenemos es que hubo un conflicto entre facciones delictivas", comentó el influyente Sergio Moro al ser consultado por la prensa en Portugal donde ofreció una conferencia sobre la lucha contra la corrupción.

El funcionario lamentó la crisis pero dijo que su gobierno, con sólo cinco meses de gestión, no pudo solucionar la crisis carcelaria y manifestó su intención de construir presidios de máxima seguridad como los existentes en Estados Unidos.

La Secretaría de Administración Penitenciaria de Amazonas informó en la noche del lunes que ascendió el 55 el número muertos, corrigiendo la cifra de 57 dada horas antes.

Quince fallecieron el domingo en un enfrentamiento entre reclusos en el Complejo Penitenciario Anisio Jobim y 40 cuerpos se encontraron ayer en esa y otras tres cárceles: el Instituto Penal Antonio Trinidad, Unidad Prisional Puraquequara y Centro de Detención Provisoria Masculina.

La "rápida" intervención de los agentes penitenciarios "evitó una tragedia más grande", dijo en la mañana de hoy el gobernador Wilson Lima a radio CBN, del grupo Globo.

Todos los cuerpos encontrados ayer pertenecían a hombres que habían sido asfixiados dentro de sus celdas por sus adversarios, informó Vinicius Almeida, titular de la Secretaría de Administración Penitenciaria.

El ministro Moro anunció que "vamos a poner a disposición celdas en los presidios federales para que sean transferidos los líderes involucrados en estas masacres".

La crisis iniciada este domingo estaría motivada en la disputa de facciones de la organización La Familia del Norte, que controla el narcotráfico en la zona, consignó hoy el diario Estado de San Pablo.

En enero de 2017 se desató una revuelta en la cárcel Jobim con un saldo de 56 muertos, tras lo cual hubo una cadena de levantamientos en presidios de Amazonas y otros estados de la región amazónica que dejaron 126 muertos. A lo que se sumó la fuga de decenas de internos muchos de los cuales aún permanecen prófugos.

El gobernador Wilson Lima aseveró hoy que las características de estas matanzas son distintas a las de 2017 ya que ahora el conflicto es entre miembros de la Familia del Norte y hace dos años era una disputa entre la Familia, una surgida en la Amazonia, y el Primer Comando de la Capital, organización nacida en San Pablo que busca penetrar en el norte brasileño.

Mientras tanto familiares de los presos reclamaron ser informados sobre la situación dentro de los presidios luego de haber bloqueado el lunes la carretera BR 174 para impedir el ingreso al reclusorio Jobim.