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17/05/2019 - Según Francisco

"Contexto económico enfermo"

"La economía, nacida para 'cuidar el hogar', se ha despersonalizado, y en lugar de servir al hombre, lo esclaviza, al amparo de mecanismos financieros cada vez más alejados de la vida real y cada vez menos gobernados", afirmó el papa Francisco.

Lo dijo al reunirse este sábado con los miembros de la Federación Europea de Bancos de Alimentos (FEBA) en el Salón del Consistorio del Palacio Apostólico del Vaticano.

    "Frente a un contexto económico enfermo, subrayó el Pontífice, no se puede intervenir brutalmente, con el riesgo de matar, pero hay que tener cuidado: no es desestabilizando o soñando con un regreso al pasado como las cosas se resuelven, pero sí alimentando al bien, emprendiendo caminos saludables y de apoyo". Según el Pontífice, debemos "apoyar a aquellos que quieren cambiar para mejorar los modelos de crecimiento basados en la equidad social, en la dignidad de las personas, de las familias, del futuro de los jóvenes, del respeto por el medio ambiente".

    "Una economía circular, concluyó, ya no se puede posponer. El desperdicio no puede ser el legado de unos pocos ricos, mientras que la mayoría de la humanidad permanece en silencio".

    "Desperdiciar la comida es descartar a la gente", afirmó Francisco en su discurso a los miembros de la FEBA. También expresó su complacencia por la actividad que tienen en Roma y les agradeció su trabajo: "Me gustaría darles las gracias por lo que están haciendo: proporcionar alimentos para los hambrientos. No es asistencialismo, es el primer gesto concreto de acompañamiento hacia un camino de redención".

    La Federación Europea de Bancos de Alimentos (FEBA) está formada por 224 Bancos de alimentos repartidos en 18 países.

    Cuenta con más de 6.406 voluntarios en toda Europa y aporta alrededor de 274 mil toneladas de alimentos con valor de 521 millones de euros, los que son distribuidos por 25 mil instituciones benéficas a más de 4.300.000 personas.

    El Papa insistió en que esta acción es una "lucha contra el despilfarro de alimentos". Y añadió: "El despilfarro manifiesta desinterés por las cosas e indiferencia hacia los que carecen de ellas" porque "desperdiciar la comida es descartar a la gente", insistió.

    "En el complejo mundo de hoy es importante que el bien se haga bien: no puede ser el resultado de la improvisación pura, necesita inteligencia, planificación y continuidad. Necesita una visión de conjunto y personas que estén juntas", deslizó.

    Y acotó que "es difícil hacer el bien sin amarse mutuamente" y, "en este sentido, sus recientes realidades nos llevan a las raíces de la solidaridad en Europa, porque buscan la unidad en el bien concreto", amplió.

    "Es bueno ver lenguas, creencias, tradiciones y orientaciones diferentes, no para compartir sus propios intereses, sino para velar por la dignidad de los demás", afirmó Francisco.

    "El futuro no se construye buscando ventajas para uno mismo; el progreso de todos crece acompañando a los que están atrasados", subrayó, antes de elogiar el lema de FEBA "alimenta más, desperdicia menos".

    "Me importa una economía que se parece más al hombre, que tiene alma y no es una máquina incontrolable que aplasta a la gente. Son demasiados los que hoy están privados de trabajo, dignidad y esperanza; muchos otros, por el contrario, están oprimidos por ritmos de producción inhumanos, que anulan las relaciones y afectan negativamente a la vida familiar y personal", remarcó el Papa. (ANSA).