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AMPLIARJair Bolsonaro y Hamilton Mourao. (foto: ANSA)

Bolsonaro distanciado de su vice y de algunos funcionarios

El presidente brasileño, Jair Bolsonaro, cumplió cuatro meses en el gobierno con un estilo inclinado a la confrontación, incluso con las principales figuras de su entorno como el ministro de Justicia, Sergio Moro, y el vicepresidente, general Hamilton Mourao.

Detalles.

Apodado como "superministro" de Justicia y Seguridad, el exjuez Moro "llegó a hablar con asesores sobre una posible dimisión", escribió el sitio de noticias O Antagonista.

El funcionario y el mentor, en 2014, de la causa Lava Jato, habría dicho a sus colaboradores que su gestión es objeto de "sabotajes" como el intento de retirar de su cartera el COAF organismo de control de los movimientos financieros.

Moro es un experto en delitos financieros conocimiento que aplicó en la causa anticorrupción que desbarató una red de sobornos inédita en Brasil con ramificaciones en una decenas de países latinoamericanos.

A través del COAF se reveló meses atrás un trama de pagos presuntamente ilegales realizados por un colaborador directo del hijo del presidente, el actual senador Flavio Bolsonaro.

Los alcances de esa investigación aún son inciertos y penden como una espada de Damocles sobre el senador Bolsonaro, e indirectamente sobre el "Clan Bolsonaro", que integran el mandatario y sus tres influyentes hijos.

La incomodidad de Moro con el presunto intento del presidente de pasar el COAF a la órbita de Economía es un tema que está en los medios desde hace días. Y al parecer las desavenencias entre el mandatario y su ministro no se aplacaron. Ocurre que el jefe de Estado no prioriza la persuasión como forma de relación con sus ministros, ni siquiera con los hombres de su círculo íntimo como era el abogado Gustavo Bebianno.

Bebianno fue al letrado de Bolsonaro durante la campaña electoral y luego ascendió a ministro de Gobierno.

Pero las relaciones terminaron de forma abrupta cuando Bolsonaro lo dimitió sin dar más explicaciones a raíz de un entredicho del ahora exministro y otro de sus hijos, Carlos Bolsonaro.

Si hubiera que escoger cuál es la más seria de las disputas intestinas del Palacio del Planalto posiblemente el cetro se lo llevaría la que sostienen desde antes del inicio del gobierno Bolsonaro y el general Hamilton Mourao.

Los entredichos entre el excapitán Bolsonaro y el general retirado surgieron durante la campaña electoral de 2018.

Hace una semana, luego de una serie de nuevos entredichos públicos, Bolsonaro y Mourao participaron en un desayuno junto a periodistas para demostrar que habían hecho las pases.

Bolsonaro llegó a decir que él su vicepresidente son como un "matrimonio", comparación que Mourao aprobó con el gesto.

Pero pasaron pocas horas de ese desayuno reconciliatorio y retornaron las divergencias.

Incluso los ataques a veces rudos que Bolsonaro lanza hacia el vice a través de su hijo Carlos o del filósofo Olavo de Carvalho, un pensador de ultraderecha que llegó decir que Mourao es un "conspirador" interesado en derrocar al mandatario.

Fueron tantos los ataques de Olavo de Carvalho al general, que un grupo de militares habría pedido a Bolsonaro que aplaque a su mentor ideológico.

Bolsonaro, en lugar de seguir el consejo de los uniformados, optó por otorgar una condecoración a Carvalho que fue anunciada hoy durante una ceremonia en el Ministerio de Relaciones Exteriores.