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AMPLIARLa convocatoria es para este sabado

Mientras Macron pide calma se viene otro sabado de chalecos amarillos

La quinta manifestación de los chalecos amarillos, planeada para el sábado, es una cita para el ala "dura" del movimiento, que se dividió tras una semana signada por la apertura del presidente francés, Emmanuel Macron, y el trágico atentado de Estrasburgo.

Detalles.

En su mayoría, los chalecos amarillos optan por una tregua pero la franja más radicalizada sigue adelante con las protestas. La cita del sábado (por hoy) tendrá lugar frente a la Ópera de París. Después de las dos últimas protestas, devastadoras para la capital francesa que fue tomada por asalto por elementos violentos que dieron lugar a una verdadera guerrilla urbana, son muchos los pedidos de hacer una "tregua", al que se hace oídos sordos.

Llegaron directamente desde el gobierno, pero también de distintos líderes políticos. "Sinceramente, preferiría ver a las fuerzas del orden hacer su trabajo, es decir, perseguir a criminales, disminuir el riesgo de terrorismo, en lugar de tener que garantizar la seguridad en las calles donde algunos miles de personas fuerzan una gran movilización", dijo hoy el ministro del Interior francés, Christophe Castaner. Los voceros de los chalecos amarillos que no aceptaron "bajar las armas" a causa del ataque terrorista en Estrasburgo, son muchos. Ante la duda de que se pueda volver a producir la situación ingobernable de los últimos dos "actos" de protesta, la prefectura de París decidió no bajar la guardia.

"Los policías están muy cansados, pero son muy determinados", dijo el viceministro del Exterior, Laurent Nunez a un canal de TV. Unas 8.000 personas re reunirá nuevamente en Parías, tal como sucedió la semana pasada, y contarán una vez más con el apoyo de 14 vehículos blindados de la Gendarmería. También a nivel nacional el dispositivo será idéntico al de hace siete días: 89.000 policías y gendarmes en el territorio, una cantidad jamás vista antes de este movimiento de los chalecos amarillos.

Es difícil prever la afluencia de manifestantes, algunos de los cuales expresaron cansancio y la voluntad de llegar finalmente a la negociación tras las promesas del presidente del país el lunes pasado.

"Las personas que se movilizaron hasta el momento, manifestarán también mañana", sentenció Maxime Nicolle, ícono de Internet de los chalecos amarillos, quien expresó su carisma al hablar frente a la sala de la Pallacorda di Versailles, sitio de culto de la Revolución Francesa de 1789.

"No solo las personas" están "más movilizadas que nunca", sostuvo Nicolle, sino que tras el discurso de Macron "algunos que no participaban en el movimiento decidieron ingresar".

Al contrario, no pocos chalecos amarillos estudiarán una tregua.

"Somos conscientes de que las fuerzas del orden deben concentrarse en puntos críticos en este período de Navidad", dijo uno de los portavoces, Benjamin Cauchy. En el mismo sentido se expresó Jacline Mouraud, uno de los símbolos del inicio del movimiento, cuyo video se multiplicó en las redes sociales.

"Hay pasos adelante, una puerta abierta", dijo, al anunciar que el sábado no manifestará. En París, la vigila del penúltimo sábado antes de Navidad es vivida con un poco menos de tensión respecto a las manifestaciones precedentes: anunciaron el cierre del Museo del Louvre, el de Orsay, la Opera y diversos locales de lujo en el barrio donde se encuentra Champs Elysées.

En cambio, permanecerán abiertos los grandes centros comerciales Lafayette, Printemps y BHV, que habían cerrado el sábado pasado. Al menos, hasta que el clima de la manifestación lo permita, subrayaron en sus comunicados.