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AMPLIARLa instalación de la planta

Chile: Primera planta en base a gasificación de biomasa

La primera planta de generación de energía en base a gasificación de biomasa fue inaugurada en la austral región de Aysén, en la Patagonia chilena, a 1.700 kilómetros al sur de Santiago.

Detalles.

Para los aiseninos, cuya fuente principal de energía es la leña (por su bajo costo y subsidiada por el Estado), este proyecto viene a enfrentar tres grandes desafíos: contaminación ambiental de su capital Coihayque; creación de fuentes de energías limpias, renovables y constantes; y la gestión de residuos madereros y forestales.

La iniciativa cuenta con el apoyo de la estatal Corporación de Fomento (Corfo) porque el proceso de gasificación no es contaminante, los únicos residuos son vapor de agua y biocarbón rico en nutrientes, el cual tiene aplicaciones agrícolas.

Lucas Gorroño, director ejecutivo de Energy 220, explicó que el proceso consiste en producir gas a partir de deshechos forestales y madereros (biomasa) el que utiliza para generar energía eléctrica y térmica en un cogenerador.

Gorroño defendió la viabilidad de la iniciativa pero resaltó que "requiere un nivel de escalamiento que permita por un lado, el acceso a recursos, es decir a materia prima a bajo costo, y por otro lado, una transición, especialmente por la calefacción, dado que se requiere un nivel de aislación térmica de las viviendas".

Acotó que en las construcciones nuevas ya existe, "lo que nos permite pensar en calefacción distrital" y con "proyectos de esta magnitud, se justifica plenamente esta tecnología".

La planta está generando 30KW de electricidad, usados en las aplicaciones comerciales e industriales de Comercial San Cristóbal y la inyección del remanente a la red de Edelaysén, generando 60kw térmicos para calefacción de las oficinas y salas de ventas. Esto significa reemplazar 60.000 litros de diésel al año para generación eléctrica y 400 metros cúbicos de leña para calefacción. Según Gorroño, el potencial de este tipo de plantas es que pueden reemplazar generadores diésel como energía base en regiones con alta densidad de biomasa como residuo, contrarrestando la inestabilidad de otras energías renovables por causa de suministros inconsistentes, como vientos arrachados y sequías. A diferencia de las energías eólicas o hídricas, la biomasa puede ser acopiada y puede entregar un suministro de energía constante. De esta forma, se diversifica la matriz energética con una suma de impactos positivos sociales, medioambientales y de desarrollo económico.

La región de Aysén cuenta con una gran cantidad deshechos forestales que resultan ser la materia prima perfecta para esta tecnología. Esto incluye los deshechos de planes de manejo forestal para prevenir incendios, limpias para mantener praderas agrícolas, cuidado de caminos, entre otros.