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26/08/2018 - Presidenciales brasileñas

Quejas de Bolsonaro contra la prensa que lo quiere convertir en un delincuente

Jair Bolsonaro, uno de los candidatos favoritos para las elecciones brasileñas de octubre, construyó su popularidad atacando a gays, afrodescendientes y feministas, tres blancos a los que ahora se sumó la prensa.

Detalles.

El capitán retirado del Ejército disparó amenazas al diario Folha de San Pablo, y la prensa en general, luego de la revelación de informaciones que pusieron en cuestión su discurso moralista.

Bolsonaro mantiene una guerra de baja intensidad, especialmente con Folha, en razón de una serie de reportajes sobre su enriquecimiento incompatible con los ingresos como legislador y más recientemente por tener en su oficina del Congreso una "empleada fantasma".

El viernes el candidato encabezó un acto proselitista en el interior del estado de San Pablo, donde fue ovacionado por sus seguidores al imitar con sus dedos la forma de una pistola disparando contra enemigos diversos.

Tres encuestas publicadas esta semana lo ubicaron en el segundo lugar, con entre el 18 y 19 por ciento detrás de Lula da Silva, el expresidente preso por corrupción.

Probablemente Lula tendrá su candidatura impugnada y, en ese caso, Bolsonaro pasó al primer lugar con un 22 por ciento de las intenciones de voto.

"Lula vagabundo", bramó Bolsonaro ayer cuando prometió que si es electo entregará liberará la venta de armas de fuego y premiará a los policías que eliminen a los ladrones, porque de ese modo Brasil podrá terminar con la "barbarie", aseguró. En medio de esa adrenalina electoral los abogados del candidato exigieron a Folha que quite del aire los artículos en que se hizo referencia a los pagos presuntamente ilegales realizados a la secretaria parlamentaria Walderice Santos da Conceicao.

La serie de artículos de Folha comenzó a publicarse en enero cuando el diputado reaccionó negando categóricamente que su empleada reciba dinero sin prestar servicios en el Congreso.

Pese a la desmentida Folha insistió en que durante quince años Bolsonaro, el diputado más votado de Río de Janeiro, le pagó a Santos da Conceicao sin que ella se presente a prestar servicios al Parlamento, donde debía cumplir una carga de 40 horas semanales.

Folha planteó que el dinero abonado a Santos da Conceicao era, en realidad, un sueldo oculto por cuidar la casa de fin de semana que Bolsonaro tiene en la región de Angra dos Res.

El aspirante a la Presidencia aprovechó su pleito con Folha para embestir contra el conjunto de los medios de comunicación: "La prensa intenta convertirme en un delincuente", aseveró.

En esa misma línea sostuvo que la prensa, en general, es una de las responsables de que "se me acuse sin ningún motivo de racista y homofóbico".

Las embestidas frecuentes del político contra los medios parecen inspirados en uno de sus intelectuales de referencia, el filósofo Olavo de Carvalho, para quien la "prensa brasileña (...) es una máquina hacer mentiras izquierdistas". Posteriormente Bolsonaro retomó su duelo contra Folha para decir que en diciembre y enero pasados su empleada no fue al Congreso porque estaba de licencia.

Pero esa afirmación fue desmentida por otra serie de artículos publicados el mes pasado.

Fue cuando Folha envió un equipo de reporteros y fotógrafos a Angra dos Reis donde dio con la empleada parlamentaria y con su puesto de venta de frutas cerca de la playa.

Las fotos y las declaraciones demostraron que Bolsonaro, del Partido Social Liberal (PSL), faltó a la verdad: la mujer que cobraba por trabajar 40 horas semanales en el Congreso en Brasilia se encontraba junto al mar en pleno día de actividad parlamentaria.

Para peor el tema se coló en el primer debate televisivo de los candidatos presidenciales donde uno de sus adversarios le recomendó a Bolsonaro que se guarde el discurso "moralista".

Esto hizo que el escándalo tome proporciones más resonantes y, finalmente, el postulante del PSL despidió a la empleada en cuestión.

Luego de ese y otros traspiés en los primeros debates televisivos esta semana el equipo de campaña del PSL anunció que el candidato dejará de participar en esos programas.

Bolsonaro "está harto de esos debates inocuos", anunció el PSL miércoles y un día después el propio candidato relativizó ese anuncio al decir que va a evaluar si participa en esos programas electorales.