Enviar Nota | Imprimir

AMPLIARJair Bolsonaro en un acto de campaña (foto: ANSA)

A Bolsonaro consigue adhesiones con discurso duro

A pesar de las críticas y procesos judiciales en su contra, el candidato presidencial Jair Bolsonaro no desiste de las declaraciones altisonantes y la actitud desafiante ante los periodistas, un estilo con el que ganó popularidad y desconcierta a los otros candidatos.

Detalles.

Este jueves Bolsonaro será posiblemente el centro de las atenciones en el primer debate, en la TV Bandeirantes, de los candidatos que disputarán la presidencia de la república el 7 de octubre.

No es sencillo atropellar al siete veces diputado Bolsonaro, alguien de estilo retórico simple, pero al mismo tiempo bien entrenado en años de batallas retóricas en el Congreso.

El propio Bolsonaro cita a menudo que sus exabruptos en el Parlamento le valieron más de 30 denuncias por homofobia, racismo y apología del delito.

Riteradametne elogió a uno de los más conocidos torturadores de la dictadura, Brilhante Ustra, y dijo que uno de los "errores" del régimen de facto fue no haber "fusilado" a opositor Fernando Henrique Cardoso, que fuera electo presidente en 1994 y reelecto en 1998.

El diario Estado de San Pablo escribió hoy que los asesores de imagen de los otros candidatos todavía no saben como "lidiar" con este ex capitán del Ejército , procesado en la Corte Suprema por hacer insinuaciones sobre el "estupro" de una diputada en pleno Recinto parlamentario.

Hace dos semanas, en una entrevista a la TV Cultura, Bolsonaro relativizó que el Imperio portugués haya sido responsable de someter a la esclavitud a millones de africanos en Brasil.

Lo dijo a pesar de que la historia indica, y este es un dato que nadie contradice, que Brasil fue el último país de América donde fue abolido la esclavitud, en 1888.

En un video cargado en Youtube Bolsonaro mandó al "chiquero" a una famosa periodista de la cadena Globo, la misma que dos días después encabezó un panel de entrevistadores en el canal Globo News.

Su popularidad en Internet es igualmente "desconcertante" para los marquetineros: tiene 8, 5 millones de seguidores en sus perfiles oficiales en Facebook, Youtube e Instagram.

Ese número de simpatizantes es casi el doble del número de inscriptos de la candidata ambientalista Marina Silva, que tiene 4,3 millones y es la segunda política más popular en la web, seguida por Lula da Silva con 4,1 millones. Bolsonaro , del Partido Social Liberal (PSL) se perfila como uno de los favoritos en estos comicios dado que en todos los sondeos publicados este año ocupó el segundo lugar, con entre el 12 por ciento y el 20 por ciento.

Primero está el expresidente, Lula da Silva, del Partido de los Trabajadores (PT), con intenciones de voto que van del 29 y el 41 por ciento.

Como Lula está preso desde abril por corrupción y es probable que el Tribunal Superior Electoral no le apruebe la candidatura, Bolsonaro es, de hecho, el postulante mejor posicionado para las elecciones del 7 de octubre o el balotaje del 28 del mismo mes.

Bolsonaro tiene un público incondicional formado por policías, evangélicos, agentes de seguridad privada y miembros del Ejército.

Según el cientista político Carlos Melo hay entre un 15 y un 19 por ciento de electores "fidelísimos" al aspirante presidencial.

La mayoría de los especialistas entiende que su punto más vulnerable está en las altas tasas de "rechazo", que llegan a oscilar el 60 por ciento, de encuestados que jamás lo votarían.

A raíz de ello varios observadores consideraron como un error el que haya escogido para candidato a vicepresidente al general retirado Hamilton Mourao.

En sus sus primeras declaraciones declaraciones como postulante a vice, Mourao dijo que los negros son "malandros" y los indígenas "indolentes".

Mejor hubiera sido, dicen los especialistas en opinión pública, que Bolsonaro escogiera para vicepresidente a un político civil y de opiniones menos radicales, y si fuera posible a una mujer.

Para con ello, indican los especialistas, poder mitigar el rechazo que Bolsonaro tiene en electores conservadores moderados y en las mujeres, un universo donde hay un alto grado de reticencia hacia el candidato.