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AMPLIARAnuncian el fin de los operativos

Un general prometió que habra Año Nuevo sin militares en Río de Janeiro

El general Richard Nunes, número dos de la intervención militar en Río de Janeiro, anunció el fin de la presencia castrense en ese estado de Brasil, asolado por la guerra en las favelas, dominadas por narcotraficantes y las "milicias" paramilitares.

Detalles.

"No tiene sentido" prolongar la ocupación militar más allá del 31 de diciembre de este año, declaró hoy el general Richard Nunes, en el marco de un balance de la operación.

El presidente Michel Temer y el ministro de Seguridad Institucional, Raúl Jungmann, expresaron en diversas ocasiones opiniones en favor de que la presencia castrense continúe en 2019.

"Nosotros encaramos (la intervención) como una ayuda, es un momento en que nos dedicamos totalmente al problema de la seguridad pública, esto fue un sacrificio muy grande", señaló Nunes.

"Ahora lo que debemos hacer es dejar el mejor legado posible" para las fuerzas de seguridad de Río de Janeiro, agregó.

Unos ocho mil efectivos del Ejército, la Marina y la Fuerza Aérea están a disposición del general Walter Souza Braga Netto, que es el responsable de la intervención, además de ser el responsable del Comando Militar del Este.

El presidente Temer emitió el 16 de febrero un decreto para "garantizar la ley y el orden" ante la escalada de violencia en Río, especialmente en la favela Rocinha donde se desató una guerra sin cuartel entre dos facciones de narcotraficantes.

El general Nunes formuló un balance de la actuación militar desde el inicio de la ocupación. "En marzo tuvimos un récord de 5.500 autos robados y en julio fueron en torno de 3.500, lo que fue una caída considerable, fruto de un trabajo integrado de las fuerzas federales y estaduales", puntualizó.

"En el robo de cargas también tuvimos números positivos, en mayo del año pasado hubo más de 1.200 y ahora no pasaron de 150", añadió.

Desde el inicio de la intervención se realizaron decenas de operativos en las favelas cariocas, dominadas en su mayoría por los narcotraficantes y, en menor número, por las "milicias" paramilitares.

"Nosotros aplicamos (en favelas) la metodología de la mancha criminal" que enfoca no sólo a los delincuentes sino a su entorno habitacional, explicó el militar.

"Con nuestro trabajo queremos dejar un legado sobre la lucha" contra el crimen organizado en Río de Janeiro, añadió Nunes.

Amnistía Internacional y Humans Right Watch expresaron reservas sobre la "constitucionalidad" de la intervención militar.

Además reclamaron el esclarecimiento del asesinato de la activista Marielle Franco y su asistente, Anderson Gomes, cometido el 14 de marzo en el centro de la ciudad por un sicario que utilizó una subametralladora, de uso exclusivo de las fuerzas estatales, con proyectiles robados de un depósito policial.

Nunes sostuvo que las investigaciones "avanzaron considerablemente" el mes pasado con la detención de un policía retirado y un bombero jubilado, ambos sospechados de ser parte de una "milicia" que actúa en las favelas de la región oeste, donde son fuertes esos grupos irregulares.

El militar no quiso abundar sobre quién habría sido él o los autores intelectuales de los asesinatos de Franco y Gomes.

Pero indicó que los arrestados posiblemente integran una "gavilla organizada" y que espera que próximamente surjan "delaciones" útiles para dar con los responsables.