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AMPLIARControversia por la inminente incineración de cuerpos NN en el cementerio de San Pablo, Brasil (foto: Ansa)

Iglesia y organismos de derechos humanos de San Pablo denuncian quema de restos de presos

La Iglesia católica y organismos de Derechos Humanos brasileños cuestionaron un proyecto de la alcaldía de San Pablo para incinerar 1.600 cuerpos de identidad desconocida, entre los que puede haber restos de presos políticos ejecutados durante la dictadura militar (1964-1985).

Detalles.

"Los huesos, los cuerpos no pueden ser incinerados sin que las familias lo sepan, sin que haya una consulta a la población de San Pablo, nadie puede arrancar a nuestra memoria", dijo el sacerdote Julio Lancellotti, que dirige la Pastoral del Pueblo de la Calle de San Pablo.

Julio Lancellotti es uno de los religiosos más conocidos de la Arquidiócesis de San Pablo, la más populosa de Brasil. "Hacer esto (la incineración, NDR) sin que se realice una investigación activa para identificar a los cuerpos es algo absurdo, porque con esto se pueden encubrir crímenes cometidos durante la dictadura", declaró Adriano Diogo, que presidió la Comisión de la Verdad sobre el régimen militar.

"Después de recoger documentos,pruebas y testimonios de víctimas de la dictadura la Comisión demostró que los cementerios públicos de San Pablo en general fueron utilizados para enterrar a presos políticos como NN", afirmó Diogo en diálogo con ANSA.

El gobierno municipal de San Pablo, del Partido de la Socialdemocracia Brasileña (PSDB), planteó la necesidad de la quema de restos de personas fallecidas entre 1941 y 2000, para liberar espacio en los necroterios.

La jueza Renata Pinto Lima Zanetta autorizó la propuesta de la Alcaldía, que podrá incinerar 1.600 cuerpos sin nombre depositados en el Cementerio de Vila Quadrada.

"La jueza seguramente no tenía noción de la gravedad del caso cuando decidió autorizar el proyecto de Vila Cuadrada", planteó Adriano Diogo, quien mencionó que en ese depósito habría restos de personas en situación de calle que fueron asesinadas.

Si se lleva adelante la quema en el Cementerio de Vila Quadrada podrá establecerse un antecedente que justifique igual medida con los 50 mil cuerpos sin reconocimiento que hay en los 22 cementerios de San Pablo, una metrópolis de 11 millones de habitantes.

Miembros del Consejo Deliberante paulista, opositores al alcalde Bruno Covas, anunciaron que realizarán una audiencia pública para tratar el tema.

La incineración "viola la legislación brasileña e internacional pues esos cuerpos no son propiedad de la Alcaldía", señaló Padua Fernandes, coordinador del Instituto de Pesquisas sobre Derechos de los Movimientos Sociales.

El abogado Padua Fernandes indicó que la quema "viola la Convención Interamericana de Derechos Humanos, de la cual es signatario Brasil,en la que se garantiza la protección de las pruebas sobre delitos, destruir pruebas es eliminar la memoria y la verdad".

Por su parte el sacerdote Lancellotti dijo que el respeto a los restos mortales es un principio "sagrado" para los católicos.

"Respeten los despojos de nuestros seres queridos, para ustedes de la Alacaldía los cuerpos pueden ser un estorbo, puede perjudicar la comercialización de ese espacio, la concesión, pero para nosotros no, no toquen a nuestros antepasados", planteó Lancellotti.