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AMPLIARVaticano anuncia pero no revela medidas corto y largo plazo

Finalizaron en El Vaticano las inéditas reuniones con obispos chilenos

El Papa concluyó la inédita ronda de reuniones con los 34 obispos chilenos para hacer un "discernimiento franco" ante la grave crisis de abusos sexuales, de conciencia y poder en que se ha visto envuelto el episcopado local.

Detalles.

El Vaticano informó que Francisco entregó una carta a cada uno de los prelados, donde les agradece haber acogido la "invitación" para que "juntos hiciéramos un discernimiento franco frente a los graves hechos que han dañado la comunión eclesial y debilitado el trabajo de la Iglesia de Chile en los últimos años". Subrayó que en los cuatro encuentros, que partieron el martes 15, se profundizó sobre los graves abusos y las "trágicas consecuencias que han tenido particularmente para las víctimas".

Agradeció también la voluntad para "adherir y colaborar" en todos aquellos cambios y resoluciones "que tendremos que implementar en el corto, mediano y largo plazo para restablecer la justicia y la comunidad eclesial". Pero no revela ni una de las esperadas medidas.

Los llamó a construir una "iglesia profética, que sabe poner en el centro lo importante: el servicio a su Señor en el hambriento, en el preso, en el migrante, en el abusado".

La mayoría de los obispos viajó de inmediato de vuelta a Chile mientras que para el viernes se aguarda una rueda de prensa que ofrecerán los dos voceros de la Conferencia Episcopal, Fernando Ramos e Ignacio González. Evitaron anticipar impresiones y sólo dijeron que estaban "satisfechos". Abordado por la prensa, un molesto cardenal Francisco Javier Errázuriz -miembro del G9 que asesora al Pontífice, de quien se dice fue obligado a viajar a Roma- aseguró que Francisco le expresó que sabía que "yo no lo he mal informado". El ex arzobispo de Santiago escribió una larga carta a los miembros de la Conferencia Episcopal explicando en detalle lo que había hecho desde que recibiera en 2005 las primeras denuncias de los abusos del ex párroco de El Boque, Fernando Karadima. Errázuriz ratificó hoy que nunca fue encubridor "de nadie", lo que es rebatido por las víctimas del condenado ex párroco.

Mientras el sacerdote catalán Jordi Bertomeu, coautor del informe de los abusos en la Iglesia chilena del arzobispo maltés Charles Scicluna, adelantó que "hay que esperar alguna medida, alguna conclusión que sea importante" "Estamos haciendo historia", dijo el hombre que mejor conoce la realidad del episcopado chileno, aunque aclaró que "estamos en un momento importante para la Iglesia universal, no solo para Chile". El miembro de la Congregación para la Doctrina de la Fe aseguró que no ha participado en las reuniones entre los obispos y el Papa, pero sí ha estado en contacto con ellos en la Casa del Clero. Comentó que las reuniones han sido "una experiencia muy fuerte", pero descartó que el Papa estuviera molesto. "Puede estar dolido, pero como lo está el pueblo de Dios de Chile".

Recalcó que "es excepcional" el hecho de convocar a todo el episcopado de un país, y evitó comparar con lo que enfrentó la Iglesia de EEUU y la Iglesia de Irlanda.

En opinión de Bertomeu, los escándalos de abusos sexuales en Chile tienen características especiales "de abuso de poder y de autoridad" que otros casos similares en el pasado no tenían. "El caso de Chile es excepcional, venir 34 obispos a ver el Santo Padre no ocurre todos los días", al tiempo que valoró que la Iglesia chilena "está buscando el camino y lo está encontrando".

"La iglesia de Chile atraviesa una profunda crisis, pero necesita pasar página y también Chile", concluyó.