AMPLIARHotel del Lago

19/04/2018 - Paraguay

Historia y fantasmas en el Hotel del Lago

Charles de Gaulle, Greta Garbo, Antoine de Saint-Exupéry, Franklin D. Roosevelt, Marlene Dietrich, Joan Crawford: las más variadas celebridades del cine, la política internacional y las letras visitaron a lo largo del siglo XX el emblemático Hotel del Lago, a orillas del lago de Yparacaí en San Bernardino, "la capital del verano" a 40 kilómetros de Asunción.

Y el hotel, hoy como ayer, sigue en pie desde hace 130 años con su bagaje de misterios, leyendas y auténtica historia. Una "carrocería europea con motor guaraní", como define en la recepción Osvaldo Codas, artífice de su restauración hace casi una década.

    Este año el Hotel del Lago, fundado en 1888, cumple 130 años que se convierten en la ocasión para evocar las razones de un encanto que se empeña en no morir. A lo largo de estas décadas Asunción creció y se desarrolló como destino turístico: son testimonio sus centros comerciales de vanguardia y resorts como el Yacht Club Paraguayo, que convoca a viajeros y particularmente golfistas de los vecinos Brasil y Argentina.

    Sin embargo, sus huéspedes siguen emprendiendo el viaje por tierra o embarcados por el mítico lago de Ypacaraí, desde Asunción a San Bernardino, para conocer este establecimiento de aura legendaria que tiene silueta de castillo feudal. Y la búsqueda de huellas vinculadas al nazismo no es una motivación menor, sino la pregunta de todos los recién llegados.

    Porque Guillermo Weiler, fundador del hotel, era alemán y su hijo, que hizo el servicio militar en Alemania, fue miembro de las SS. Porque Elizabeth Nietzsche -hermana del filósofo- y su marido Bernhard Forster eran amigos de Weiler y él en particular un notorio antisemita. Hasta tal punto que Forster llegó a tierras paraguayas para fundar una colonia aria, una Nueva Germania que sería la nueva tierra prometida de los colonos en medio de la selva. Lo que no calculó fue la hostilidad con que su nueva tierra recibiría a las primeras familias: la aventura sudamericana terminaría mal, con Forster deprimido y finalmente suicidándose en una habitación del Hotel del Lago, en 1889. Años más tarde, el propio Adolf Hitler haría desparramar tierra alemana sobre su tumba.

    La leyenda oscura de Nueva Germania, hoy un poblado más sumergido en la cultura guaraní que en los remotos delirios arios de su fundador- tuvo otro visitante secreto: Josef Mengele, el temido médico de los campos de concentración que en su huida por Sudamérica también se escondió en Paraguay. En el Hotel del Lago hay, sin embargo, historias más gratas.

    Son las que recuerdan el paso de Greta Garbo y Marlene Dietrich, por no hablar de la actuación de la diva argentina Isabel Sarli, un mito de los años 50 que también se alojó aquí durante la filmación de una película. Y en este escenario rodeado de espectaculares atardeceres sobre el lago también estuvo Antoine de Saint-Exupéry, amigo de la aviadora Hilda Ingenhol, cuya suite se conserva tal como era entonces y se puede visitar, regalando una carga literaria a las torres del hotel y las orillas del lago.

    (ANSA).