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AMPLIARAlegato chileno en La Haya

Chile presentó en La Haya copias de actas bilaterales de hace un siglo

Chile calificó ayer de "acrobacias" los alegatos bolivianos en la Corte Internacional de Justicia (CIJ) en La Haya que sostuvieron la obligación de negociar un acceso soberano al mar.

Detalles.

El agente chileno, Claudio Grossman, afirmó que Bolivia "ha cambiado su demanda" original que pedía a Chile sentarse a negociar de buena fe por una "concesión territorial". "Su demanda es insustentable y debe descartarse de manera inmediata", solicitó e insistió que en "esta corte no se trata de fallar causas históricas". Recordó a Bolivia que "Chile ha participado e intentado de tratar un acceso al Pacífico, pero ello no constituye una obligación de negociar".

Grossman rechazó el trató a Chile de ser un país "invasionista" y, en cambio, destacó que ha sido "colaborador" ha contribuido en la misiones de paz y ha demostrado su vocación abierta al mundo.

Bolivia ha hecho "citas de manera selectiva para fundamentar su causa", acusó. El abogado Daniel Bethlehen afirmó que la defensa boliviana intentó "abrumar" a la Corte con argumentos que se apartan de un alegato jurídico ante el tribunal de Justicia que se ha dado la comunidad internacional. Frente a los argumentos de "injusticia histórica", añadió, "Chile viene a la Corte con evidencias" y apuntó que "la invocación de Bolivia de la supuesta injusticia histórica es un llamado al sentimiento, no al derecho". Recalcó que la nación vecina intentó mostrarse con "modestia" pero su causa "no es tan modesta y va más allá de la facultad de esta Corte de acuerdo a los principios del Pacto de Bogotá". El abogado Jean-Marc Thouvenin aseguró a su vez que "Chile no ha dado la espalda a sus vecinos" para luego contrarrestar los argumentos bolivianos que consideró fueron sacados de contexto, con malas traducciones e incompletos. "No cualquier intercambio de notas podría elevarse a la categoría de tratado, como ha argumentado Bolivia en relación a la correspondencia diplomática de 1950", mencionó.

Dio distintos ejemplos sobre declaraciones de gobiernos y/o mandatarios sobre un tema en específico que no constituyen obligaciones jurídicas. Por último, Thouvenin relevó que en derecho internacional la doctrina de Estoppel (actos unilaterales de los tratados) se usa solo para clarificar si el Estado ha querido obligarse o no, cuando existen dudas sobre su comportamiento o declaraciones. En el caso de Chile, la actitud y declaraciones chilenas muestran apertura a negociar: una postura clásica diplomática. Esto no es lo mismo que una obligación de negociar.

La abogada australiana Kate Parlett mostró y analizó el intercambio bilateral de notas desde 1910 para reafirmar que "las actas de 1920 ni crearon ni confirmaron obligación jurídica alguna". Además, dijo, en muchas ocasiones fue el país vecino el que no siguió con los diálogos.

"Los intentos de Bolivia no se apoyan en la evidencia actual", indicó Parlett, aseverando que "Chile no creó ni confirmó ninguna obligación jurídica de negociar".

Acusó que el país vecino ha parafraseado declaraciones de autoridades chilenas. Ejemplificó con el expresidente Arturo Alesandri Palma, utilizado por los demandantes que extrajeron la disposición a considerar las aspiraciones de Bolivia, pero omitieron que también expresó que "Chile no tenía ningún compromiso con Bolivia".

El abogado británico Sam Wordsworth abundó, por último, en las notas de 1950 bajo el gobierno de Gabriel González Videla, mencionado como "gran estadista" por la defensa boliviana. "Los abogados de Bolivia quieren que piensen que un compromiso de negociar fue dado por el presidente Gabriel González Videla, el 23 de julio de 1948", señaló el jurista. Con actas originales dijo que solo hubo una "disposición política" y nunca intención de entregar parte de su territorio.

En medio de los alegatos de Chile, en La Moneda se instaló una bandera nacional. Lo mismo ocurría en reparticiones públicas del extremo norte del país -Arica e Iquique- como muestra de apoyo a la exposición del equipo jurídico en La Haya.

En una escueta declaración, el coagente boliviano Sacha Llorenti expresó que "Chile no ha podido desmontar los sólidos argumentos de Bolivia".

Comentó que "pareciera que durante más de un siglo nada hubiera pasado, se insiste en el Tratado de 1904 cuando la propia Corte manifestó que este caso está al margen de este Tratado". Mañana continúa la presentación chilena, y el lunes rebate Bolivia para concluir Chile, el miércoles.