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AMPLIARCongreso militarizado

Día de furia, protestas y gases lacrimógenos

La policía reprimió ayer con gases lacrimógenos en medio de pedradas y protestas altisonantes en la periferia del Congreso en Buenos Aires, mientras el gobierno argentino intentaba avanzar con una reforma jubilatoria.

   Al comienzo de la sesión de la tarde había 118 diputados presentes en el recinto, cuando se necesitan 128 para dar curso a la intención de la administración del presidente Mauricio Macri de avanzar en una transformación del esquema previsional.

    La tensión que se vivía en la calle se observaba también en las bancas con el oficialismo asegurando que hay quórum y la posición exigiendo que se levante la sesión, por falta de número de banca ocupadas. Finalmente la sesión fue interrumpida.

    La confusión dentro y fuera del Congreso reinaban en un jueves de furia y reproches en la ciudad.

    El edificio del Parlamento amaneció ayer blindado con un fuerte despliegue de seguridad, con un cordón de efectivos de Gendarmería, además de policías, llamativamente equipados con moderna indumentaria antimotines.

    La jornada estuvo signada por las protestas convocadas por gremios y organizaciones sociales para frenar el ajuste a las jubilaciones, que implica la reforma que plantea el Gobierno y que reduce los ingresos de los pensionados, al tiempo que aumenta la edad para apelar al beneficio. El gobierno de Macri también intenta plasmar una reforma laboral, generando mayor flexibilización y menos cargas para las patronales, y otra impositiva