AMPLIARMiniaturas para los turistas

10/12/2017 - Guerra narco

Una ametralladora en miniatura es el nuevo ícono en la "Feirinha de Copacabana".

En Río de Janeiro, la ciudad brasileña más visitada por extranjeros, están de moda como souvenir las ametralladoras, alegóricos de la guerra que se libra entre narcotraficantes, policías y militares.

Detalles.

Una ametralladora en miniatura con la inscripción "Río 2017" o la réplica de una bala son ofertados a 5 reales (1,8 dólares) en la tradicional "Feirinha de Copacabana".

Allí los artesanos ofrecen al público recuerdos típicos como llaveros con la imagen del Cristo Redentor o del cerro Pao de Azúcar.

Pero en los últimos meses creció el número de clientes que optan por recuerdos con imágenes que simbolicen la guerra y hasta piden que sus nombres sean estampados sobre las ametralladoras en miniatura. Los souvenir replican las ametralladoras AK47, los fusiles R15 o proyectiles de armas de guerra utilizados por los narcotraficantes que controlan las favelas.

Varias de estas favelas son próximas a barrios elegantes como el de Copacabana, frente a la playa más famosa de Brasil y donde están varios hoteles "cinco estrellas", como el propio Cocapabana Palace.

"Los gringos prefieren comprar las réplicas de balas" que los recuerdos tradicionales con imágenes de Pao de Azúcar, dijo el dueño de un puesto de artesanías a la cadena Globo. "Es extremadamente peligroso asociar a Río de Janeiro con un símbolo de la violencia (...) como son las armas" de guerra, dijo Paulo Storani, especialista en violencia urbana. La imagen de Rio de Janeiro fue afectada por la violencia y esto preocupa a los empresarios del sector hotelero que se reunieron meses atrás con el gobernador de Río, Luiz Fernando Pezao.

La semana pasada el alcalde carioca Marcelo Crivella anunció que serán reforzados los puestos y rondines policiales en Copacabana para garantizar la seguridad de los visitantes.

La preocupación sobre una merma de visitantes extranjeros el próximo verano se debe a que ni siquiera los turistas están a salvo en esta "guerra de baja intensidad".

Desde septiembre la ciudad es recorrida por tanquetas del Ejército luego de que el presidente Michel Temer ordenó militarizar la ciudad para mitigar los ataques del narcotráfico.

Pero la presencia de las Fuerzas Armadas no arrojó, hasta el momento, el resultado esperado.

En octubre fue asesinada una turista española en la favela Rocinha, en el sur de la ciudad y próxima a los barrios de Leblon, Ipanema y Copacbana.

En esa misma favela y luego de la llegada del Ejército que comenzó en septiembre, un matrimonio costarricense vivió momentos de pánico al quedar atrapado en una balacera.

A raíz de estos episodios miembros del gobierno de Rio de Janeiro y de la policía propusieron acabar con los "favela tour", organizados por empresas de turismo en varias comunidades pobres.

Pero el riesgo tal vez no sea superado con la extinción de los "tours" organizados en las favelas.

Esto porque durante el último carnaval una turista argentina fue muerta de un disparo en la cabeza al ingresar en un vehículo particular, junto a otros extranjeros, en la favela del Morro dos Prazeres, en el centro de la ciudad.

En esa misma región carioca dos meses antes de la muerte de la argentina, fue ejecutado un viajero italiano que recorría el lugar en motocicleta junto a un compatriota que sobrevivió al ataque.