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AMPLIARLos candidatos presidenciales chilenos

Candidatos marcan sus diferencias en encendidos debates

Los ocho candidatos presidenciales remarcan sus diferencias para ganar a un electorado que pareciera mirar desde lejos la primera vuelta electoral del próximo 19 de noviembre y el balotaje del 17 de diciembre.

Detalles.

El Chile viejo mira con nostalgia el empapelamiento de las calles de las anteriores campañas, las peleas por mantener la imagen de un candidato en el lugar privilegiado, las acusaciones de un bando y otro por haber destruido propaganda del antagonista.

La televisión y las radios se han convertido en el espacio favorito de los postulantes para dar a conocer sus ideas y propuestas, lo que no conlleva inversión electoral, estrictamente regulado por la nueva ley de gasto electoral.

Acceso a la salud, educación, sistema de pensiones, políticas públicas hacia el adulto mayor en un país que envejece aceleradamente, crecimiento económico, recorte o aumento de impuestos, descentralización, derechos laborales, protección a la infancia más vulnerable, conflicto indígena, figuran entre los temas más abordados por los candidatos.

De los ocho postulantes, el expresidente Sebastián Piñera y el diputado José Antonio Kast se ubican en el arco de la derecha; mientras que los restantes seis pertenecen al centro (Carolina Goic) y a la izquierda (Alejandro Guillier, Marco Enríquez Ominami, Beatriz Sánchez, Alejandro Navarro y Eduardo Artés).

En el tema económico, Piñera prometió un plan de inversiones en infraestructura pública y privada para ocho años (en vez de cuatro que dura el mandato) por más de 30 mil millones de dólares. Un nuevo sistema tributario -que modifique la reforma de Bachelet- que sea pro inversión, pro emprendimiento, pro innovación y pro crecimiento.

La senadora de la Democracia Cristiana, Carolina Goic, planteó estimular la inversión productiva de empresas públicas, completando la capitalización de Codelco, la mayor productora mundial de cobre; reformar el mercado de capitales para financiar la formación de capital para pequeñas y medianas empresas.

El diputado de ultraderecha pinochetista, José Antonio Kast, propuso reducir los impuestos y una ambiciosa agenda de Inversiones en Infraestructura para puertos, aeropuertos, cárceles, hospitales, embalses y carreteras a lo largo de todo el país, mediante el cual se genere un polo de inversión privado.

El profesor Artés, del ultraizquierdista partido Unión Patriótica, postuló nacionalizar los recursos naturales (agua, gas cobre, litio, bosques, mar y peces), la banca y demás instituciones financieras.

Ominami, del Partido Progresista, ofreció también un plan de inversiones en infraestructura, pero específicamente en educación y salud por 6.000 millones de dólares a través de licitaciones y no en concesiones.

Frente a la reforma tributaria de Bachelet, propuso "enderezarla". El ex socialista Alejandro Navarro coincidió en un plan de inversiones en infraestructura y una política fiscal en pro del crecimiento sustentable; devolver al Estado la administración de servicios básicos e implementar precios justos. También crear la Empresa Nacional del Litio.

El periodista y sociólogo Guillier coincidió con una empresa nacional del litio, derogación de la Ley Reservada del Cobre (que entrega el 10% de las ventas a las Fuerzas Armadas); reformar el Código de Aguas y fortalecer el rol del Banco Estado como banco de la pequeña y mediana industria.

Por último, la también periodista y representante de Frente Amplio, Beatriz Sánchez, compartió la nacionalización del agua, una nueva Constitución, derogar la Ley Reservada del Cobre e iniciar un proceso de transformación de la matriz productiva y triplicar el gasto público en innovación a 1,2% del PIB.