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AMPLIARAsi era el Hombre de Ceprano

El antepasado común del Neandertal y el Homo Sapiens

El misterioso "hombre de Ceprano", que vivió en Italia central hace 400.000 años, podría ser el último antepasado común del hombre de Neandertal y del Homo Sapiens.

Detalles.

Así lo indica una reconstrucción virtual en 3D de su cráneo fósil, descubierto en 1994 por Italo Bidittu, del Instituto Italiano de Paleontología Humana, en Ceprano, provincia de Frosinone, centro del país. Tal reconstrucción, cuyo informe fue publicado en la revista Scientific Reports, estuvo coordinada por el paleoantropólogo Giorgio Manzi, de la Universitá Sapienza de Roma. Manzi lideró un equipo de colaboradores de la Superintendencia Arqueológica de Roma, Viterbo y Etruria y del Centro Internacional de Física Teórica "Abdos Salam" de Trieste.

La recreación 3D demostró que, por forma y estructura, el cráneo es similar al del Homo Heidelbergensis, el antepasado común, hasta ahora conocido, de Neandertal y Sapiens. "Es la forma más arcaica jamás descubierta de Homo Heidelbergensis, más arcaica que otras halladas en Europa y Africa. Probablemente vivía en un valle aislado y tenía escaso contacto con las otras poblaciones", dijo a ANSA Manzi. Descubiertos en marzo de 1994, los restos fósiles del cráneo habían sido deformados por la acción de los sedimentos en los que se habían fosilizado. La reconstrucción de los fragmentos, que fueron unidos con yeso, empeoró la situación y dificultó toda posterior modificación de su disposición, lo que impidió durante años resolver la clasificación del cráneo. Para resolver el rompecabezas fue crucial la reconstrucción digital del fósil.

Según Manzi, el proceso fue posible "a través de una técnica similar a la Tomografía Axial Computarizada (TAC, empleada habitualmente para realizar diagnósticos médicos, Ndr) pero más detallada, llamada micro-tomografía computarizada de altísima resolución, que se le realizó al fósil de cráneo en Trieste".

Una vez obtenida la reconstrucción 3D del cráneo, agregó, fue posible manipularlo, es decir, "fueron eliminadas virtualmente todas las partes de yeso que se habían usado para unir los fragmentos" y se reposicionaron y corrigieron las diferentes anomalías de las precedentes reconstrucciones. Por último, un algoritmo permitió eliminar las deformaciones y recuperar la forma original de cada pieza y del cráneo en su conjunto.

Ya en 1994, el hallazgo de la calota craneana que pertenecía a un individuo adulto había complicado las cosas en el campo de la paleantropología europea.

Según la datación de potasio/argón, el fósil tenía unos 900.000 años de antigüedad, lo que lo convertía en contemporáneo del Homo Antecessor. Sin embargo, su aspecto no era el de este último sino que recordaba al de un heilderbergensis o un mauritanicus. En 2003, el antropólogo italiano Francesco Mallegni -quien reconstruyó la historia de emperadores, santos y papas- decidió colocar ese cráneo en una nueva categoría: Homo Cepranensis, algo que provocó todavía más discusiones.

Más tarde, en 2011, un grupo de investigación de la Universidad del Mediterráneo (Francia) en el que intervino el mismo Manzi, entonces en la Universidad de Roma, publicó nuevas conclusiones sobre el controvertido fósil de Ceprano. En primer lugar, lo acercaron más a Neandertal y Sapiens, además de reducir su antigüedad de entre 430.000 y 385.000 años, según arrojaron pruebas de paleomagnetismo. Por último, optaron por incluirlo en la especie Homo Heildelbergensis. Ahora, las tecnologías de última generación, parecen confirmar esas presunciones.