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AMPLIARFusión de dos estrellas de neutrones (foto: Ansa)

El universo como nunca se vio antes. Einstein tenía razón

La captura de la señal generada por la fusión de dos estrellas de neutrones, tan densas como para constituir el estado extremo de la materia, causan una revolución en el campo de la astronomía.

Detalles.

Lo vieron y escucharon los reveladores de ondas gravitacionales Ligo y Virgo y 70 telescopios terrestres y espaciales. Así lo anunciaron tres conferencias internacionales al unísono, que presentaron estos resultados en Estados Unidos, Alemania e Italia, país que contribuyó de manera importante en el hallazgo a través del trabajo del Instituto Nacional de Física Nuclear (INFN); el Instituto Nacional de Astrofísica (INAF) y la Agencia Espacial Italiana (ASI). Esta nueva astronomía, que vive una revolución como aquella causada por Galileo cuando apuntó el telescopio hacia el cielo, se denomina "multimensajera" ya que es el resultado de observaciones basadas en señales de distinto tipo. Físicos y astrofísicos reconstruyeron el extraordinario curso de las dos señales emitidas por la fusión de las estrellas de neutrones que tuvo lugar en la periferia de la galaxia NGC 4993, en la constelación de Hidra, a 130 millones de años luz de la Tierra. Desde allí partieron las ondas gravitacionales recibidas por los reveladores Ligo y Virgo, que se encuentran en Italia, y de allí partió también la luz del rayo gamma que acompañó la explosión y que fue registrado por el satélite Fermi de la NASA, en el que la Península participa con la Agencia Espacial Italiana. "Sabemos que ambas señales han viajado durante 130 millones de años y que la señal luminosa fue observada 1,7 segundos después de la onda gravitacional", dijo a ANSA el físico Gianluca Gemme, coordinador en Italia de Virgo a través del INFN.

Esta diferencia en los tiempos de llegada de las dos señales fue calculada en una cantidad extremadamente pequeña y es correcto decir que ambas velocidades son equivalentes, como había previsto el científico alemán Albert Einstein. Por primera vez se observó una "fábrica" de elementos pesados, como oro y platino. La pareja de estrellas de neutrones, es tan densa como para ser considerada la antesala de los agujeros negros, que fundiéndose generaron las ondas gravitacionales escuchadas por Ligo y Virgo y luego tuvo lugar la explosión acompañada de un relámpago de rayos gamma observada por el satélite Fermi y confirmada por el satélite integral de la Agencia Espacial Europea (ESA). Luego los telescopios vieron las señales espía del nacimiento de los elementos pesados. Tras decenas de años fue resuelto el misterio del origen de casi la mitad de los elementos más pesados del hierro e incluso se tiene la primera confirmación directa que las colisiones entre estrellas de neutrones originan relámpagos de rayos gamma de breve duración. Las estrellas de neutrones son deshechos cósmicos, los que quedan cuando una estrella explota en una supernova y luego la materia colapsa para convertirse en extraordinariamente densa y compacta. Cuando alcanza este estado extremo la materia ya no es la que conocemos, hecha de átomos con núcleos compuestos por protones y neutrones, sino que es formada casi del todo por neutrones mantenidos juntos por fuerzas que les impiden colapsar del todo.

Una materia que se halla en este estado extremo es la antesala de un agujero negro, imposible de reproducir en un laboratorio y jamás observada hasta el momento. Mientras se acercan inexorablemente rodando una en torno de la otra, ambas estrellas de neutrones han emitido las ondas gravitacionales escuchadas por Ligo y Virgo durante aproximadamente 100 segundos. Cuando se chocaron emitieron un relámpago de rayos gamma que fue visto por Fermi. Este trabajo permitió localizar a las dos estrellas, indicadas con la sigla AT2017gfo, en la periferia de la galaxia NGC4993, en dirección de la constelación de Hidra.

Hacia esa dirección apuntaron los telescopios espaciales y terrestres y pudieron observar la fusión de estrellas, los rayos X, ultravioletas e infrarrojos y las ondas de radio, y luego las señales espía de la formación de los metales pesados. Contribuyeron en la observación los telescopios espaciales Integral y Swift, en los cuales participa ASI; Chandra (NASA) y Hubble (NASA y ESA) y los telescopios terrestres Rem (Rapid Eye Mount); los del Observatorio Europeo Austral (ESO); VLT (Very Large Telescope) y VST (Vlt Survey Telescope).