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AMPLIARTemer, otra vez bajo sospecha de actos de corrupción. (foto: ANSA)

Temer otra vez bajo sospecha de corrupción

La Cámara de Diputados comenzó a analizar ayer una denuncia contra el presidente brasileño, Michel Temer, que puede verse obligarlo a licenciarse del cargo.

Detalles.

El mandatario obtuvo victoria, a poco de iniciarse la sesión de la Comisión de Constitución y Justicia, cuando se determinó que su causa por "asociación delictiva" sea analizada junto con las de los ministros Eliseu Padilha y Wellington Moreira Franco.

Esta decisión de procedimiento hizo lugar al pedido de los abogados de Temer, que buscan simplificar el proceso y aminorar el costo político del mismo.

Temer y sus dos poderosos ministros pertenecen a la cúpula del Partido Movimiento Democrático Brasileño (PMDB).

Si no tuvieran foro privilegiado los tres podrían estar presos, como ocurre con otros dirigentes del PMDB, como son el exjefe de Diputados Eduardo Cunha, y el exministro Geddel Vieira Lima, procesado por esconder maletas con 16 millones de dólares.

En estos días volvieron los rumores sobre la disposición de Cunha y Vieira Lima a realizar delaciones premiadas, que de ocurrir podrían tornar más compleja la situación del Presidente.

Lo concreto es que Temer salió airoso de su primer desafío en el Legislativo al aprobarse que su causa sea analizada dentro de un mismo expediente con las de Padilha y Moreira Franco. Temer, el jefe de gabinete Padilha, y el secretario general de la Presidencia Moreira Franco formaron una "gavilla" que durante años operó a favor de grandes empresas como el frigorífico JBS y la constructora Odebrecht.

Ese grupo manipuló leyes en el Legislativo y "arregló" contratos en grandes estatales como la petrolera Petrobras y el banco hipotecaria Caixa Económica, según sostiene la denuncia de la Procuraduría.

En retribución de esos ilícitos JBS, Odebrecht y otras firmas pagaron unos 175 millones de dólares al grupo comandado por Temer, según la denuncia de la Procuraduría dentro de la mega causa Lava Jato.

Con la sesión iniciada en la tarde de hoy en Constitución y Justicia, se dio continuidad al tratamiento parlamentario de la acusación de la Procuraduría que fue presentada hace un mes ante el Supremo Tribunal Federal.

Se trata del primer paso de un trámite legislativo que concluirá dentro de un par de semanas en el Plenario donde se votará por el inicio o no de un enjuiciamiento.

Si el Legislativo votara un eventual "sí" a la apertura de un proceso en el Supremo esto sería devastador para Temer que estaría obligado a licenciarse del cargo por hasta seis meses, lo cual en términos políticos significaría el fin de su mandato.

Pero ese escenario era visto como poco probable dado que Temer continúa manteniendo influencia en el Legislativo.

El presidente ya obtuvo una victoria en agosto cuando Diputados rechazó la primera denuncia de la Procuraduría, sobre "corrupción pasiva".

Temer es el primer Jefe de Estado de la historia de Brasil acusado de delitos comunes durante su gestión.

Estaba previsto que hoy fuera leído en la Comisión el parecer del diputado instructor del caso, Bonifacio de Andrada, del Partido de la Socialdemocracia Brasileña (PSDB).

El experimentado diputado Andrada, de 87 años, se rebeló contra su partido, el PSDB, que le ordenó dejar la instrucción del caso.

Sucede que en el PSDB, partido del expresidentes Fernando Henrique Cardoso, hay un ala a favor de Temer y otra que busca distanciarse del presidente debido a su alto rechazo en la opinión pública.

Estas divergencias dentro del PSDB preocupan al gobierno, dado que ese partido es el principal socio del PMDB en el Planalto.

Ocurre que pese a su influencia en el Congreso, Temer es un político con baja popularidad, y cada día son más los parlamentarios que evitan darle su apoyo temerosos de recibir un castigo en las elecciones de 2018.

Ocho de cada diez brasileños dijeron que desconfían de Temer y quieren que sea procesado, según sondeos recientes.