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28/09/2017 - Brasil

Justicia vs. Parlamento, Lava Jato agrieta

Luego de causar un terremoto en el sistema político, el proceso Lava Jato tuvo hoy un nuevo capítulo marcado por acusaciones cruzadas dentro del choque suscitado entre el Congreso y el Supremo Tribunal Federal.

Las desinteligencias entre los poderes de la República han causado una "crisis institucional", afirmó hoy Marco Aurelio Mello, uno de los jueces más experimentados del Supremo Tribunal Federal (STF).

    El disparador de esta crisis fue el senador Aécio Neves, del Partido de la Socialdemocracia Brasileña (PSDB), uno de cuyos asesores fue filmado por la Policía Federal cuando recibía dinero ilegal de la empresa JSB.

    Luego de recibir la denuncia contra Neves el miércoles, el STF ordenó su separación del cargo en el Congreso y estipuló que cada noche permanezca en su casa.

    Esa decisión fue duramente rechazada por el titular del Congreso, senador Eunicio Oliveira, que la consideró "inconstitucional", afirmación que crispó más el ya tenso vínculo entre legisladores y jueces.

    El magistrado Marco Aurelio Mello opinó este jueves que el cuadro es "grave", no obstante lo cual dijo confiar en la estabilidad institucional y que los actores antepongan el compromiso con la democracia.

    "Que reine, por sobre todo, un criterio en pro de la democracia", manifestó el juez advertido de la seriedad de un conflicto de este tipo, en medio de una situación política crítica.

    Jueces, parlamentarios y observadores coinciden en que Brasil atraviesa una de las peores crisis políticas desde el restablecimiento de la Democracia en 1985.

    La expresidenta Dilma Rousseff fue destituida el año pasado en un juicio político después del cual juró su vice, Michel Temer, del Partido Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), que fue denunciado dos veces por la Procuraduría dentro del proceso Lava Jato.

    Esa mega-causa ha salpicado prácticamente a todo el espectro político, incluso al líder opositor y exmandatario Luiz Inácio Lula da Silva, del Partido de los Trabajadores (PT), que fue condenado a 9 años y medio de prisión por "corrupción y lavado de dinero". A las causas contra Temer, del PMDB y Lula del PT se agrega la de Neves, excandidato presidencial y poderoso dirigente del PSDB.

    Este jueves el Senado aprobó dar tratamiento "urgente" al caso Aécio Neves y la mayoría de los analistas estiman que la semana próxima se rechazará la orden dada por el STF para que éste sea separado del cargo y pernocte en su casa por las noches.

    El jefe del bloque del PSDB, Paulo Bauer, criticó la medida del STF que, de hecho, significa una "prisión domiciliaria" de su correligionario Neves.

    Bauer dijo que la Constitución no permite que el STF disponga la prisión de un senador a menos que sea detenido in fraganti.

    Luego de la votación de hoy el Senado acordó analizar el tema la semana próxima, una postergación que permitiría al STF revisar su posición sobre Neves y, de ser así, descomprimir un escenario cuya tensión ha escalado vertiginosamente.

    Para algunos columnistas, la posición de la mayoría de los miembros de la Cámara alta revela un pacto implícito de la clase política de las diversas tiendas partidarias más allá de sus posiciones ideológicas.

    Esta interpretación parte de un dato de la realidad: Neves es sólo uno de los tantos senadores acusados en la causa Lava Jato, y si sus colegas parlamentarios permanecieran indiferentes a su caída éste podría ser un precedente que luego afectará al resto.

    Vale mencionar que los dueños del frigorífico JBS, que entregaron dinero al socialdemócrata Neves, también habrían aportado altas sumas al presidente "pemedebista" Temer, de acuerdo con las denuncias presentadas por la Procuraduría.

    Cientos de senadores y diputados fueron acusados formalmente o mencionados como parte de la cadena de corrupción montada en el escándalo Lava Jato. (ANSA).