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AMPLIARUn jefe narcotraficante arrestado en una favela de Río de Janeiro.

Preocupación oficial por crecimiento del narcotráfico en Brasil

El general Sergio Etchegoyen alertó sobre el riesgo de la "colombianización" de Brasil donde esta semana la Policía Federal desbarató una red de narcotraficantes que embarcó seis toneladas de cocaína hacia puertos europeos.

Detalles.

En su condición de ministro de Seguridad Institucional, Etchegoyen coordina a los organismos de informaciones, como la Agencia Brasileña de Inteligencia, donde se encendió una luz de alerta sobre la penetración del narcotráfico.

Según esos organismos creció el poder económico, armamento y logística de los narcotraficantes brasileños así como sus articulaciones con organizaciones internacionales.

Durante una conferencia en la Escuela de Comando del Ejército el general Etchegoyen dijo que Brasil, el mayor mercado consumidor de cocaína del mundo después de Estados Unidos, puede ir camino de una "colombianización o mexicanización" en referencias a los procesos de implantación de narcos que vivieron esos países.

Más aún, en los últimos años el crimen organizado comenzó a penetrar en las esferas del poder político y estaría entre sus objetivos respaldar a candidatos para contar con influencia en el Congreso, consignó Etchgoyen.

"El crimen organizado tiene capacidad de financiar campañas para colocar" a sus candidatos en la Legislatura en los comicios de octubre de 2018, aseveró el ministro.

Uno de los puntos "críticos" para contener la avanzada de los traficantes está en las fronteras con grandes productores de cocaína como son Colombia, Perú y Bolivia, que sumadas llegan a unos 8.000 kilómetros de extensión, observó el funcionario.

Una parte de la cocaína procedente de los países vecinos es destinada a los mercados de San Pablo y Rio de Janeiro, y el resto es embarcada hacia Europa desde el puerto de Santos, en el litoral atlántico del estado de San Pablo.

Precisamente esta semana la Policía Federal, con el apoyo de la agencia norteamericana antidrogas, la DEA, desbarató una organización internacional que envió 6 toneladas de cocaína hacia Europa desde Santos, el puerto más importante de América Latina.

Investigadores brasileños y norteamericanos trabajaron durante un año para desarticular esa red de traficantes que también utilizaba puertos de los estados de Bahia, en la región nordeste y Santa Catarina, en el sur del país.

Desde 2016 fueron incautados en Brasil alijos de cocaína destinados a los puertos de Gioia Tauro en el sur de Italia, España, Inglaterra y Bélgica.

Pocos días después del operativo realizado el lunes en Santos, la Policía Federal incautó 250 kilogramos de cocaína en el aeropuerto Tom Jobiem de Río de Janeiro, en lo que fue el mayor volumen de esa droga secuestrado en un día en esa aeroestación.

Hay varias pistas de investigación en curso que aún no arribaron a una conclusión sobre quienes son los jefes de estas organizaciones de indudable poder económico.

Según fuentes policiales hay algunos elementos para sospechar que dentro de estos importantes esquemas de tráfico hay, junto con grupos brasileños, alguna participación de organizaciones extranjeras.

Hace dos meses fue preso en el aeropuerto internacional de San Pablo el ciudadano italiano Vincenzo Macri, de 52 años, quien según la Policía Federal estaba vinculado a la mafia calabresa, la Ndrangheta.

Macri tenía una orden de captura internacional y se había establecido en Brasil luego de purgar una pena de prisión en Estados Unidos.

El lunes pasado otro importante miembro de la 'Ndrangheta, Rocco Morabito, fue detenido en Uruguay donde se encontraba con un pasaporte de Brasil.

Uno de los jefes de la policía de Reggio Calabria, Federico Cafiero di Raho, reveló que Morabito era uno de los hombres importantes en el tráfico de cocaína desde América del Sur hacia el mercado europeo.