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AMPLIAREl hallazgo invalorable, un cementerio indígena de más de 1.300 años en Santiago de Chile.

Un cementerio indígena de más de 1.300 años en Santiago de Chile

Las excavaciones de la nueva línea del tren subterráneo Metro dejaron al descubierto el más grande cementerio indígena de Chile en el acomodado barrio del sector oriente de la capital chilena de Providencia.

Detalles.

Se trata de 60 tumbas con 96 vasijas asociadas, junto a moliendas, ajuares funerarios y collares correspondientes a la no muy conocida cultura Llolleo. El camposanto tiene más de 1.300 años de antigUedad.

En la amplia y arbolada avenida Pedro de Valdivia, nombre del conquistador español que fundó Santiago en febrero de 1541, los subterráneos de la capital han revelado un pasado cultural que existía previo a la llegada de los europeos. Un equipo liderado por la arqueóloga Verónica Reyes, quien desde 1990 asesora al Metro para no destruir los tesoros ocultos bajo Santiago, dio con el importante hallazgo perteneciente a la Cultura Llolleo.

La experta afirmó que es uno de los más grandes cementerios que se han encontrado en Chile, "pero aún no hemos implementado todos los análisis, no lo hemos fechado, pero de acuerdo a los tipos de materiales asociados a los restos humanos, podemos determinar que pertenecen a la cultura Llolleo", establecida entre los años 200 al 1200 (d.C).

Detalló que los esqueletos encontrados entre 30 centímetros y dos metros de profundidad, estaban flexionados y solo un de par éstos fueron hallados extendidos. "Eran unas fosas que habían hecho en las gradas del río. Ahí habían enterrado esos cuerpos y los habían vuelto a cubrir con la misma grada del sedimento asociado, junto a ajuares y ofrendas funerarias", describió.

Contó que los esqueletos estaban muy mal conservados, probablemente por las crecidas del río. "En muchos casos al levantar los esqueletos levantabas polvo, polvillo, y eso ha sido súper desventajoso para todo lo que es el análisis porque los restos óseos aportan un montón de información", anotó.

No obstante, remarcó la importancia de las piezas, pues "los otros registros del período que se tenían para Chile Central aportaban mucho menos información. Con estas más de 90 vasijas, se duplica el número de vasijas de la cultura Llolleo registradas en este territorio. Entonces, hay nuevos tipos cerámicos y esto va a aportar información de distinta índole".

La información disponible en el Museo Pre colombino reconoce que "poco se sabe sobre el origen de Llolleo, aunque comparte una serie de características culturales con la mayor parte de los grupos horticultores y alfareros del Cono Sur de América". Los Llolleo compartieron los valles de Chile Central con las poblaciones Bato. En la cordillera interactuaron con cazadores-recolectores continuadores de la tradición Arcaica, con los cuales mantuvieron intercambios de bienes. Hacia 900 d.C., la irrupción de la cultura Aconcagua terminó abruptamente con la historia Llolleo.

Pero no sólo en la línea 6 se produjeron hallazgos. Verónica Reyes también encontró importantes vestigios en la línea 3 -que se inaugurará el próximo año y que une el norte de la ciudad con el sur oriente- donde aparecieron restos del periodo Alfarero Temprano - Cultura Llolleo y Cultura Bato.

También fueron hallados restos coloniales y republicanos tempranos, como cimientos, murallas, material portable y material mueble de la Colonia o de la República.

"En el pique Alonso Ovalle, que está al lado de la Alameda -donde están los libreros viejos en San Diego-, aparecieron restos de estructuras de cimientos, de mampostería, de piedra de distintos tipos, prácticamente en su posición original. Es como si la parte aérea hubiese sido destruida y todo lo que yacía bajo tierra quedó intacto", relató la arqueóloga. Aunque faltan los análisis, ella cree que "podrían ser restos de una estructura habitacional de la Colonia tardía o de la República temprana".