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AMPLIARUna escena del filme francés 'Tabguy' (2001), que refleja la historia del hijo que se resiste a irse de la casa de los padres.

Los jovenes chilenos retrasan su salida de la casa de sus padres

Cerca de un millón de jóvenes chilenos entre 31 y 40 años vive o ha vuelto al nido materno, redefiniendo el rango de edad asociado a la juventud.

Detalles.

Características de la sociedad moderna dejaron prácticamente en el pasado que a los 25 años los hijos abandonaran el hogar familiar para iniciar una vida independiente sellando el paso a la adultez.

Un estudio de la Universidad Católica, basado en datos de la Encuesta de Caracterización Económica y Social (Casen), arrojó que 482.506 personas entre los 31 y los 40 años el 22,8% de la población de esa edad vive con sus padres.

Para el rango de los 41 años y más, el porcentaje es de 6,0% (436.677 personas).

Entre los 25 y 30 años, 767.412 jóvenes se mantenían en el hogar de sus padres en 2015 (47,4% de la población en ese tramo de edad). De ellos, el 50% eran hombres y 45% mujeres, y el 54,4% con estudios de 13 a 16 años.

Rodrigo Figueroa, académico de Sociología de la Universidad de Chile, explicó al diario La Tercera que hay un nuevo escenario familiar donde muchos jóvenes inician tardíamente una carrera profesional lo que retrasa la salida de la casa paterna.

"En relatos de emprendedores se repiten historias de cómo el vivir con sus padres facilitó independizarse y usar esos recursos en su emprendimiento", citó como ejemplo.

Además, los papás viven ahora más tiempo. De hecho el estudio resaltó que Chile es el país latinoamericano en que más rápido aumentó la expectativa de vida al nacer: De 60,5 a 75,5 años en hombres y de 66,8 a 81,5 años en las mujeres, entre 1970 y 2010.

Figueroa analizó que "sobre todo en la clase media, los padres a los 60 años trabajan y emprenden. Si trabajan, les dan más seguridad económica a sus hijos que están enfocados en emprender".

Otro factor es la edad en que se contrae matrimonio, condición que marcaba la salida de la casa familiar. Hace tres décadas, las mujeres se casaban a los 24 años y los hombres, a los 27. Hoy, según cifras del Instituto Nacional de Estadísticas, la edad de matrimonio es de 35,3 años para los hombres y de 32,6 años para las mujeres.

También se pospuso la decisión de tener hijos. A juicio del sociólogo, el éxito profesional individual y el comienzo de un proyecto tras otro "retarda la construcción de la propia familia y cuesta salir del entorno familiar".

Camila Mella, doctora en política social de la universidad de Oxford, apuntó a su vez a que los años de formación en Chile son muy prolongados. "Además de tener programas muy largos, la titulación promedio se logra nueve años después de ingresar a pregrado", anotó.

A ello se suman la precarización de las condiciones de inserción al mercado laboral, "con alta informalidad, precaria red de protección social, bajos sueldos" y el aumento de quiebres matrimoniales, razones por las que muchos vuelven a casa.

"Nunca, en la historia, ha habido tantos jóvenes", dijo Mella, y mencionó que el Instituto Nacional de la Juventud considera jóvenes a las personas hasta los 30 años, "pero durante los 90, este período terminaba a los 25 años".

Cristián Doña, director del Observatorio de Desigualdades de la Universidad Diego Portales, opinó que no se saben aún los efectos que este fenómeno tendrá a largo plazo. Se preguntó enseguida si las razones que llevan a un joven profesional a vivir con sus padres son las mismas que tiene un joven sin educación.

"Hoy, en Chile la educación es muy cara, no se puede formar familia si te vas a educar, eso es totalmente distinto a como lo hicieron sus padres. Son manifestaciones de una sociedad distinta", fundamentó.

"Chile es otro", concluyeron los expertos.