Enviar Nota | Imprimir

AMPLIARIncendios forestales en Cerdeña, verano caliente en Italia, pleno de percances.

Italia sufre un verano brutal, sin agua y con incendios

Para que el estío se parezca aún más al Infierno del Dante, a la emergencia por la dramática falta de agua potable especialmente en Roma, se sumaron ayer incendios en la capital y en zonas de Sicilia y Gargano, en Gallura, norte de Cerdeña.

Detalles.

Además, un distrito de Milán fue invadido por una nube negra, que emanó de un fuego desatado en la noche en una empresa de almacenamiento de residuos.

Pero el problema más grave del país es la falta de agua, que está agitando temores y poniendo a las autoridades en emergencia máxima, en busca de medidas paliativas.

La falta de agua afecta a dos terceras partes de la superficie cultivable del país donde 10 regiones han pedido el reconocimiento de "estado de calamidad" y las pérdidas en agricultura y ganadería alcanzan los 2.000 millones de euros.

En la capital, Roma, ya se plantean cortes en el suministro y el mismo Vaticano cortó este martes el agua de las fuentes ante la escasez de agua que sufre la ciudad. El gobierno de la región del Lazio ha anunciado que no permitirá tomar más agua del lago de Bracciano.

"La sequía está afectando a la ciudad de Roma y los alrededores de la capital y la Santa Sede también ha tomado medidas para ahorrar agua. Por esta razón, el gobierno de la Ciudad del Vaticano ha decidido cortar el agua de todas las fuentes, tanto las externas situadas en la plaza de San Pedro como las internas ubicadas en los Jardines del Vaticano y en el territorio del Estado", informó Radio Vaticana.

La alcaldesa de Roma, Virginia Raggi, llamó a una reunión con el presidente del Lazio, Nicola Zingaretti, y representantes de la empresa de suministro de agua ACEA para intentar lograr una solución y evitar los cortes de agua en los próximos día.

La empresa encargada del suministro de agua a la capital advirtió en un comunicado que "la reducción drástica de la entrada de agua al suministro de la capital nos obligará a poner en marcha un cambios drásticos en la oferta". Entre esas medidas podría estar el racionamiento o el corte de agua para millones de romanos.

Pero además de este grave inconveniente, un incendio en la periferia de la capital romana se desató hoy en el barrio Eur, donde una nube tóxica después del fuego en la zona de la Magliana complicó a los pobladores. El siniestro también afectó a un astillero que se encarga del mantenimiento de pequeñas embarcaciones y, de acuerdo a lo que se informó, también se quemaron materiales como neumáticos, refrigeradores abandonados y otros objetos en desuso, lo que contribuyó a una densa y tóxica humareda.

El percance incluso afectó al tránsito, especialmente en la dirección al aeropuerto internacional de Fiumicino. Los ciudadanos de la zona se quejan de un intenso olor acre. El humo espeso también se incrementó por la quema de montones de basura.

Un fuego forestal de grandes proporciones estalló también en la noche del lunes en Porto Pozzo, un pueblo turístico en las afueras de Santa Teresa Gallura, con más de 100 personas obligadas a escapar con premura de sus viviendas, en busca de ayuda. Afortunadamente no hubo que lamentar víctimas y las llamas terminaron hoy controladas por las brigadas de bomberos. El fuego atacó primero la residencia de apartamentos Thomas, un pequeño centro comercial, y se temió por el hotel de Frassetto.

Hizo falta tres horas de ardua labor para controlar los incendios, voraces y alimentados por los fuerte vientos.

También en Gargano continuaron ardiendo bosques espesos y vegetación mediterránea. El fuerte viento caliente ha complicado las operaciones de extinción de incendios y los bomberos hacen todo lo posible para detener las llamas, que siguen avanzando destruyendo la flora del lugar.

En tanto, la emergencia sigue en Sicilia con temperaturas ligeramente más bajas, pero no ha habido un respiro para los brigadistas que combates varios frentes de fuegos forestales. Un estío digno de "La Divina Comedia", más que nada un evocación de la primera de la tres cánticas de la obra, "Inferno" (Infierno), del poeta florentino Dante Alighieri.