AMPLIARLas bombas aniquilaron más de la mitad de la poblaciónDurango querella contra bombardeos italianos de 1937
El Ayuntamiento de Durango, en el País Vasco, presentó ayer una querella por el bombardeo de la Aviazione Legionaria italiana del 31 de marzo de 1937 contra la ciudad.
Detalles.
La presentación de la querella coincidió con el 81 aniversario del inicio de la Guerra Civil española, el 18 de julio de 1936.
Un mes después del bombardeo de Durango, en abril de 1937, aviones alemanes e italianos bombardearon Guernica, también en el País Vasco, acción que alcanzó notoriedad mundial gracias al cuadro de Pablo Picasso.
Se estima que las bombas lanzadas por los pilotos italianos de Benito Mussolini, que actuaban en connivencia con Francisco Franco, causaron 336 muertes en Durango, aunque se desconoce la cifra exacta porque los registros del cementerio de los días posteriores fueron arrancados.
Así lo explicó ayer la alcaldesa de Durango, Aiziber Irigoras (Partido nacionalista vasco, PNV), quien apuntó que "seguimos la estela del ayuntamiento de Barcelona, que interpuso una querella similar" contra los pilotos italianos que participaron en los bombardeos de la ciudad durante la Guerra Civil española.
La iniciativa judicial del ayuntamiento de Durango se dirige contra 46 miembros del ejército italiano que seguían las órdenes del general Vicenzo Velardi.
Los pilotos y las tripulaciones de los aviones han sido identificados por los querellantes. "Se trata de abrir un proceso penal para que se reconozca la verdad de lo que pasó, se produzca una reparación y se active una presión política para que el gobierno italiano pida perdón por este bombardeo ilegal", explica la abogada que lleva el caso, Anais Franquesa Grisso.
En la querella los hechos se tipifican como delitos de lesa humanidad y crímenes de guerra y se pide la declaración de los querellados italianos vía comisión rogatoria internacional. Además de los fallecidos, 304 casas de Durango resultaron afectadas, entre ellas varias iglesias y conventos. Según consta, el 31 de marzo de 1937 tres bombarderos Savoia 81 de la Aviazione Legionaria italiana, escoltados por nueve cazas españoles, realizaron dos pasadas sobre Durango, que entonces tenía una población de cerca de 10.000 habitantes, descargando un total de 14.840 kilos de explosivos.
En la primera pasada, por la mañana, el párroco Rafael Billalabeitia Mauroñagoitia quedó sepultado en la iglesia San José junto a buena parte de sus feligreses.
En la iglesia de Santa María de Uribari el sacerdote Carlos Murillo "murió por efecto de la bomba que estalló en el momento que alzaba el cáliz", recuerda uno de los supervivientes.
"Fueron siete minutos de terror", rememoran otros habitantes de Durango.
En la segunda pasada las bombas llegaron al cementerio, donde habían sido trasladados los fallecidos de la mañana y estaba lleno de sus familiares. Ese día Durango ardió, y quedó humeante y llena de escombros.
Un juez deberá decidir ahora si acepta o no a trámite la querella.
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