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AMPLIAR Marco Enríquez-Ominami (

Enríquez-Ominami desafía a sondeos y aspira a la segunda vuelta

El candidato presidencial del Partido Progresista, Marco Enríquez-Ominami (ME-O), asegura que pasará a segunda vuelta el 19 de noviembre y contradice a politólogos en Chile, que lo marginan, basados en encuestas que le entregan sólo 2% de posibilidades.

Detalles.

El "niño terrible" de la política, que a los 35 años desafió al establishment obteniendo un importante 20% de las preferencias electorales en 2009, señaló que en el sondeo de la misma consultora que evalúa al gobierno, "marco un 7%".

Calculó que en los próximos meses crecerá otro ocho puntos y "con un 15% paso a segunda vuelta", desplazando a la candidata del Frente Amplio, la periodista Beatriz Sánchez, y al candidato del oficialismo, el senador y también periodista, Alejandro Guillier. Según sus estimaciones, la senadora demócrata cristiana, Carolina Goic, no conseguirá más del 7%.

"En los países con voto voluntario, las elecciones son cada vez más agónicas y se juegan en la recta final", analizó. A su juicio, "recién a fines de septiembre comienza la campaña real".

Observó que el voto voluntario "anestesia a la democracia", pero "reconocemos que la primaria de la derecha (2 de julio) fue exitosa" al haber movilizado más de 1,5 millones de personas. Ante los periodistas de la prensa internacional, el cineasta y filósofo remarcó que con 44 años es "el candidato presidencial más joven pero con más experiencia y que puede derrotar al ex presidente Sebastián Piñera: lo conozco de memoria".

"Las recetas de Piñera son malas, no entiende que Donald Trump llegó al poder, que su gemelo (Mauricio) Macri conduce a su país a un choque social y ni siquiera logró convencer a los inversionistas de la factibilidad de sus políticas, y se fue a China". "Hay que perderle el miedo a Piñera" y cuestionó a la izquierda "a la que veo derrotada, descorazonada, saliendo por la puerta chica y renegando del gobierno de Bachelet". Comentó que hace cuatro años, en su segundo intento por llegar a La Moneda, "había un antipiñerismo muy fuerte y Michelle Bachelet supo encarnar mejor las demandas ciudadanas por mayor igualdad". En esa oportunidad, ME-O obtuvo el 11% de los votos.

El ex diputado socialista se dice defensor del legado de la mandataria, aunque tiene observaciones a sus reformas y a la política exterior. Con Bolivia y Venezuela, dijo, daría un giro acercándose y acompañando a Caracas en la crisis "grave" que vive el país con mayores reservas petroleras. Asimismo, le pediría al presidente boliviano Evo Morales el retiro de la demanda marítima en La Haya, porque "fue un error del Palacio Quemado". De llegar a la presidencia, propondrá una reunión entre los presidentes de Perú, Bolivia y Chile "para hablar de trilateralidad" y respaldó la política de estrechas relaciones con Argentina, pese a su presidente de signo de derecha: "Llevarse bien con Macri es un deber, y Bachelet es muy responsable en hacerlo". Frente al tema económico, el joven político sostuvo que "la gran derrota de la centro-izquierda es haber abandonado la economía" y sus líderes "hoy tienen dificultades para hablarle a la nueva clase media, que son hijos de las políticas implementadas por esos gobiernos". 

"Veo los malls (centros comerciales, NDR) llenos y creo que la izquierda se equivoca cuando dice que se acabó el modelo (neoliberal). A la ciudadanía la veo anestesiada por la desilusión que le ha provocado la política", prosiguió. Aunque también está "politizada, pero a través del tuit" donde habla sólo una elite.