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AMPLIAREl fantástico telescopio ELT en el desierto de Atacama

Gracias a nuevo y poderoso telescopio instalado en Chile se explora lo desconocido

El objetivo de la astronomía, gracias al nuevo telescopio ELT (Extremely Large Telescope), es viajar en el tiempo hasta 13.400 millones de años luz, a un paso del Big Bang ocurrido hace 13.700 millones de años.

Detalles.

El ELT, con un diámetro de 39 metros, es la primera piedra posada en el desierto de Atacama por el Observatorio Europeo Austral (ESO).

"Con un telescopio así de grande que se encuentra en el umbral de los desconocido, se pueden hacer cosas impensables", dijo el responsable científico del ELT, Michele Cirasuolo.

Como en el caso de la física, en la que se esperan fenómenos jamás vistos gracias el acelerador de partículas más poderoso del mundo, el Large Hadron Collider (LHC) del CERN de Ginebra, la astronomía tiene su entrada hacia lo desconocido con el telescopio ELT.

"No sabemos que vamos a hacer mañana, pero por el momento sabemos hacia adonde queremos ir: queremos explorar planetas fuera del Sistema Solar y las galaxias más antiguas, estudiar la expansión del universo y entender si las constantes de la física son realmente tales", observó Cirasuolo. "Cada gran proyecto permite responder a grandes preguntas. En el caso de la astronomía y del ELT las preguntas son: estamos solos en el universo? de dónde venimos y hacia adonde vamos?", dijo por su parte el director científico del Instituto Nacional de Astrofísica (INAF), Filippo Maria Zerbi.

Las respuestas podrían llegar a partir de 2024, cuando el ELT esté operativo, gracias a la posibilidad de analizar la atmósfera de los planetas externos al Sistema Solar y al estudio de las galaxias más antiguas.

"Podremos entender como nació el Universo y hacia adonde se dirige", agregó.

El ELT podrá hacerlo, porque "su espejo enorme es como un gran embudo que en lugar de agua recoge partículas de luz", explicó el responsable del programa ELT, Roberto Tamai.

Agregó que gracias a sus características, el ELT podrá distinguir la luz reflejada por un planeta de la luz de su estrella.

Todo esto es posible además gracias al mecanismo que permite al gran espejo de ELT corregir trastornos en la atmósfera, obteniendo imágenes extremadamente precisas. Está compuesto por 5.000 motores que se mueven miles de veces por segundo.

"Para tener una idea de su precisión, pensamos que es la misma que permitiría controlar una ola de un milímetro en el océano", concluyó Tamai.