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AMPLIAR Temer, encerrado en su propio laberinto

Temer enfrenta la rebelión de sus aliados

Con baja aprobación en las encuestas el presidente Temer enfrenta una rebelión dentro de su propio partido, el poderoso PMDB, donde surgió una incipiente fractura vista con alarma en el Planalto, sede del gobierno.

Detalles.

El Partido Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), al que pertenece Temer, es el más nutrido de bancas en el Congreso y que gobierna estados claves como Río de Janeiro.

Temer, que lleva más cerca de cuatro décadas en el PMDB, constató como parte de sus correligionarios comenzaron a sabotearlo cuando el senador Renan Calheiros hizo públicas sus discrepancias y la amenaza de ruptura.

El presidente está desgastado y "no tiene hacia donde ir", afirmó Calheiros, jefe de la bancada de senadores del PMDB, durante un encuentro con correligionarios del que se publicaron varios comentarios este miércoles.

"El gobierno se parece a la selección de Dunga" lanzó Calheiros haciendo una analogía con el exentrenador de la escuadra nacional, que fracasó en la Copa del Mundo de 2010 en Sudáfrica y volvió a tener actuaciones decepcionantes en 2016, cuando fue eliminada en la Copa América disputada en Estados Unidos.

El portal de noticias de la cadena Globo informó que en el Palacio del Planalto tomaron nota de la rebelión "pemedebista" y en represalia Temer suspendió un desayuno que había agendado para este miércoles con el levantisco Renan Calheiros.

El sitio el sitio de la revista Epoca publicó en la tarde de hoy que encumbrados "pemedebistas" parecen decididos a "fritar" al mandatario.

El PMDB cuenta con la mayor bancada en el Cámara Alta, con 22 legisladores sobre un total de 83.

Más de diez senadores del PMDB se reunieron hasta la madrugada de este miércoles con el disidente Renan Calheiros, publicó el sitio de noticias UOL.

Senadores "pemedebistas" expresaron en ese cónclave sus discrepancias con la reforma previsional que es el proyecto más ambicioso de Temer.

El presidente ha declarado a medios extranjeros que prefiere "ser impopular a ser populista" porque está seguro que Brasil necesita de cambios estructurales para salir de la recesión y atraer inversiones del exterior.

Ayer Michel Temer reiteró ante inversores extranjeros que no cejará esfuerzos para lograr la aprobación de un nuevo modelo de jubilaciones porque el actual es "insustentable" y llevará al país a un colapso en pocos años.

Esas afirmaciones del Jefe de Estado son vistas favorablemente por el mercado pero, al mismo tiempo, agudizan las fisuras dentro de su partido, y amenazan su robusto respaldo en el Parlamento. Otro senador "pemedebista", Roberto Requiao, se sumó al clima de ruptura con el gobierno alimentado en su rechazo al cambio en el régimen previsional que tiene como punto más controvertido elevar la edad mínima a 65 años para hombres y mujeres.

"Es terrible lo que Temer quiere imponer al Congreso, el pueblo no quiere esta reforma" declaró el senador Requiao, quien ya anticipó que no acatará la orden del Planalto y votará contra esa normativa.

La crisis económica y el proyecto previsional son dos temas que afectaron la aprobación de Temer, quien cuenta con el 10 % de aprobación mientras el 79% de los brasileños no le tienen confianza, según un sondeo publicado la semana pasada por IBOPE.

Analistas estiman que las fisuras en el PMDB se explican en que varios dirigentes, incluso el influyente Calheiros, quieren tomar distancia del gobierno, con baja aprobación, porque el año próximo serán candidatos.