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AMPLIARBachelet impulsa reforma constitucional

La Constitución de Pinochet en el debate electoral

La Constitución del dictador Augusto Pinochet retornará al debate político en Chile en medio de un año electoral donde deberá elegirse en noviembre al sucesor de Michelle Bachelet, la totalidad de la Cámara Baja y la mitad del Senado.

Detalles.

Es uno de los últimos desafíos de la mandataria socialista, al enviar al Congreso el proyecto de reforma que permitirá iniciar el cambio del texto que rige los destinos del país desde 1980 y que los gobiernos democráticos no han podido cambiar. "El gran error de la Concertación (coalición de centro izquierda) fue no hacer este cambio y, aunque hubo intentos, no puso la suficiente energía, y hoy la ciudadanía le pasa la cuenta", dijo la socióloga Marta Lagos, en diálogo con ANSA. Bachelet firmó la tarde del lunes el proyecto de Ley para reformar el Capítulo XV de la actual Constitución, acto con el cual, según dijo, "abrimos al fin las puertas para que Chile pueda tener una Carta Magna que nos represente".

Sostuvo que uno de sus compromisos fue liderar un "proceso del que no había precedentes: elaborar una Constitución Política en democracia y junto a la ciudadanía. Es decir, abriendo espacio desde el principio a una auténtica participación".

Sin embargo, se ve difícil el camino elegido por la Jefa de Estado pues mantuvo el alto quórum de 2/3 de senadores (25) y diputados (80), lo cual requiere los votos de la oposición que ya anunció su rechazo total y se ausentó del acto en La Moneda.

El diputado socialista, Leonardo Soto, integrante de la Comisión de Constitución de la Cámara de Diputados, interpreto que "la Presidenta eligió un camino bastante inteligente: no planteó las cuatro alternativas anunciadas en cadena nacional hace más de un año, sino que expuso una sola para abrir el debate". La oposición de derecha, en cambio, dijo que la propuesta "es una cortina de humo y el Gobierno no va a contar con un cheque en blanco ni con los votos para aprobar este tipo de proyecto".

"Lo que el gobierno busca no es mejorar la Constitución, sino utilizar electoralmente la Constitución para, demagógicamente, señalarles a los chilenos, durante la campaña presidencial, que la forma en cómo se van a arreglar los problemas sociales es con un cambio constitucional", apuntó el senador Alberto Espina.

El proyecto de ley establece que el actual Congreso Nacional podrá convocar a una Convención Constitucional para la elaboración de una nueva Constitución.

"La forma y composición que tome la Convención Constitucional no está cerrada a ninguna alternativa. Esto es parte central del debate que debe iniciar el Congreso con este proyecto de ley", precisó Bachelet.

El experto en derecho constitucional Patricio Zapata, quien fuera presidente del Consejo Ciudadano de Observadores para el Proceso Constituyente, explicó que una alternativa como la planteada por Bachelet "es lo que tiene Estados Unidos y Argentina como alternativa para cambiar la Constitución; o sea, aquí no se está inventando la rueda".

Recordó que "la Constitución chilena de 1833 nació de una convención constituyente" y aclaró frente a las diferencias con una asamblea constituyente que "depende de cómo se configura la convención".

"Pero una característica muy propia de una convención constituyente es que no pretende un inicio desde cero, un inicio revolucionario, sino que se inscribe dentro del funcionamiento de instituciones permanentes", señaló.

Marta Lagos, a su vez, opinó que el anuncio de Bachelet le pareció "un ejercicio democrático, pero tardío". A su juicio faltó "un tono combatiente donde se explicara más, si estamos en un escenario electoral donde habrá una lucha soterrada".

Insistió en que "no alcanza a ser un saludo a la bandera. Es una linda idea mal aplicada" y abundó que la gente quiere cambios y así lo ha manifestado en las calles "pero no tiene idea que la Constitución es el tapón para esos cambios. Nadie se lo ha explicado".