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26/03/2017 - Carne y saliva

El caracol de jardín con alta cotización por la industria

El caracol de jardín, que se multiplica como plaga en los patios durante las temporadas de lluvia, se está volviendo objeto del deseo de la industria cosmética por su carne y por las supuestas propiedades milagrosas de su viscosa saliva.

Detalles.

La baba de caracol es la que especialmente se ha convertido en un artículo de lujo y el litro llega a costar hasta unos 100 dólares por presuntamente ser un producto que regenera la piel y elimina las arrugas de la edad y la celulitis.

Gigantes del sector de la cosmética como Avon y Fuller están realizando pruebas para confirmar si produce los beneficios de los que tanto se habla en las redes sociales y evaluar su uso, pero desde hace años empresas pequeñas lo usan en cremas, unguentos y lociones de todo tipo.

Originalmente su carne es considerada un producto comestible propio de la cocina francesa "gourmet", con platillos de nombres sofisticados como "Escargot a la Bourguignone".

En México algunos propietarios de invernaderos han comenzado a invertir para crear el ecosistema adecuado para la producción en masa de los caracoles de jardín.

Según Angel Luciano, asesor técnico de Grupo Ecotec, se requiere de producir vegetales como col de bruselas, flor de calabaza, cilantro o zanahoria, para asegurar un lugar ideal de reproducción de los caracoles.

Sin embargo, se necesitan costosos sistemas de nebulización o de goteo para riego en áreas mínimas de 40 metros cuadrados para poder asegurar que los caracoles sobrevivan y se asegure una producción de 20 a 30 kilos semanales.

La carne de caracol se vende a unos 400 pesos el kilo (unos 20 dólares) para preparar algunos platillos, pero antes debe ser desinfectada.

Pero la baba es una especie de "oro líquido" y cada día se aprecia más en la elaboración de cremas y exfoliantes porque contiene un producto llamado colageína que reafirma la piel y evita las arrugas, además de elastina, que suaviza la capa epidérmica.

La demanda de caracol todavía no es grande, pero está creciendo, aunque de todos modos el 50% de la producción se va a Japón y Francia.

Desde hace más de una década, investigadores de uno de los principales ateneos mexicanos, el Instituto Politécnico Nacional (IPN) crearon una crema con base en la baba de caracol de jardín que permite eliminar la celulitis en piernas y glúteos.

"En nuestra investigación aprovechamos uno de los animalitos que llegan a ser plaga, el caracol de la especie Helix hortensis, cuya baba -que secreta al caminar- es capaz de hacer desaparecer la celulitis a nivel epidermis (piel)", dijo la ingeniera Iliana Méndez, académica del IPN.

Los moluscos son alimentados con lechuga y otros vegetales, en peceras con tierra que reproducen en el laboratorio las condiciones de humedad a las que están acostumbrados estos animales.

"Queríamos conocer la utilidad que podían tener los caracoles. Su baba, o limasina, tiene aminoácidos, colágeno, vitaminas y algunas sales minerales; nosotros la metimos en un gel, como crema, y nos dimos cuenta de sus beneficios", explicó la experta.

Iliana Méndez señaló que ha realizado pruebas con personas que usaron por un mes el gel con baba de caracol y tras suspender su uso comprobaron que la celulitis desapareció sin que hubiera retroceso al dejar de usarlo, inclusive entre mujeres mayores de 40 años.

Sin embargo, no faltan los escépticos que proclaman que se trata de una "verdadera estafa" y que creen que son falsas las supuestas propiedades curativas de la baba de caracol.

Esto no impide que algunos sitios en Internet anuncien productos con baba de caracol que desaparecen las "estrías", las manchas de sol y las arrugas, lo que no deja de provocar la tentación de adquirirlos.