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AMPLIARLos sioux aseguran que resistirán a las intenciones de Donald Trump de construir un oleoducto que puede ser contaminante.

Los sioux prometen resistir al oleoducto reflotado por Trump

Una de las tribus sioux que luchan contra la construcción del oleoducto Dakota Access afirmó que van a resistir a ultranza, toda una "declaración de guerra" contra el presidente Donald Trump.

Detalles.

 "Haremos resistencia a ultranza", fue la respuesta de los sioux al presidente Trump y junto a asociaciones ambientalistas prometieron un batalla no solo en las salas de los tribunales sino también en el terreno, para detener el oleoducto Dakota Access.

Tienen programadas masivas acciones de protesta, a pesar del frío en la zona.

La tribu presentó un recurso en tribunales en su intento de frenar la autorización de la administración de Trump para se complete la obra.

Los trabajos habían sido bloqueados por Barack Obama, después de meses de duras protestas de los nativos estadounidenses y los ambientalistas.

Los miembros de la tribu Cheyenne River Sioux apelaron a la Corte Federal de Washington, reiterando que el proyecto viola los derechos de la Nación Sioux sancionados en los tratados.

En caso de implementarse, haría pasar el oleoducto por debajo del lago Oahe, con el riesgo de contaminación de las aguas en la superficie y de las faldas acuíferas.

Entretanto la Energy Transfer Partners, el grupo energético titular del proyecto para la construcción del Dakota Access Pipeline, reanudó los trabajos.

Las obras para completar el último tramo del oleoducto -que en total costará 3.800 millones de dólares- fueron reabiertos por la mañana, pocas horas después de concederse los últimos permisos.

El conflicto se reinstaló días atrás, cuando el Cuerpo de Ingenieros del Ejército de Estados Unidos, que administra las tierras por donde tiene que pasar la enorme tubería, concedió el permiso necesario a la empresa Energy Transfer Partners para terminar la construcción a pesar de que en diciembre la misma institución denegó su autorización y anunció una revisión del impacto medioambiental. Pocos días después de llegar al poder, el mismo Trump ordenó retomar la construcción de los oleoductos. El proyecto prevé que el oleoducto atraviese el río Misuri y el lago artificial Oahe, fuentes de agua potable para la tribu Standing Rock Sioux. Tanto los nativos americanos como grupos ecologistas se oponen a ello por el temor ante una posible fuga del oleoducto,que significaría una catástrofe ambiental de gran magnitud, ya que podría contaminar el agua potable del territorio.

La tubería de 1.885 kilómetros llevará medio millón de barriles de petróleo desde los yacimientos bituminosos de Dakota del Norte a una infraestructura ya existente en Illinois, desde donde el crudo podría distribuirse al Golfo de México. El abogado de los habitantes de la reserva india pide que se considere una ruta alternativa, mientras que la empresa constructora asegura que la tubería es segura.