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30/01/2017 - Era Trump

El nacionalismo vuelve en México

La dura ofensiva del presidente de Estados Unidos Donald Trump contra México ha atizado los sentimientos nacionalistas a un nivel que no se conocía desde 1938, año de la expropiación petrolera dispuesta por el entonces mandatario Lázaro Cárdenas.

 Desde el boicot a las empresas estadounidenses y un llamado a "consumir lo mexicano" hasta la colocación de símbolos patrios en los perfiles de usuarios de las redes sociales como Facebook, Twitter y Whatsapp, el sentimiento chauvinista se refleja de distintas maneras.

    El presidente Enrique Peña, que antes de la crisis diplomática con Washington de la primera semana del gobierno Trump gozaba de un índice de popularidad del 12%, uno de los peores entre jefes de Estado de América Latina y el más bajo en dos décadas, de pronto vio mejorar su imagen y fue arropado por las principales formaciones políticas.

    Inclusive, su más acérrimo opositor, el izquierdista Andrés López Obrador, llamó a cerrar filas en torno a su figura para enfrentar "la embestida que viene del norte".

    "Yo creo que cuando se trata de un asunto así todos debemos de apoyar, tenemos que hacer un frente de unidad, un frente para la unidad nacional en defensa de los migrantes, los trabajadores, los empresarios mexicanos y de los intereses nacionales", afirmó.

    El historiador y novelista Héctor Aguilar Camín alertó sobre el riesgo de que "la diplomacia del ultimátum" practicada por Trump permita "obtener victorias rápidas pero también sembrar y revivir en México las más oscuras vetas del nacionalismo antiestadounidense".

    El magnate Daniel Servidje, director general de la multinacional Grupo Bimbo, elogió la unidad nacional para "enfrentar nuestros desafíos como un solo país" pero llamó a "cuidar no exacerbar los ánimos, no polarizar".

    "Los ataques contra México del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, han despertado un nacionalismo que dormía, y ha reunificado a un país dividido que se abrió a la globalización del libre comercio", dijo el historiador Mario Vázquez, al portal en Internet Sputnik.

    Vázquez, del Centro de Investigaciones sobre América Latina y el Caribe de la Universidad Nacional Autónoma de México (CIALC), afirmó que desde finales del siglo XX, antes de la histórica derrota del PRI en 2000, tras siete décadas en el poder, "el nacionalismo estaba satanizado".

    Sputnik hace notar que "lo más curioso es que en las redes sociales, los usuarios jóvenes más cosmopolitas y cínicos, han colocado en sus perfiles banderas con los colores verde, blanco y rojo, mientras líderes opositores de todo color llaman a la población a colocar banderas nacionales en las fachadas de su casas".

    Por mucho tiempo, sobre todo en los años 90, poco antes de la entrada en vigencia del Tratado de Libre Comercio de Norteamérica (TLCAN), en enero de 1994, "se combatió hasta la burla a los referentes de la identidad mexicana", como el cura Miguel Hidalgo, el "Padre de la Patria" y paladín del movimiento de Independencia, recordó Vázquez.

    El nacionalismo era visto como "aldeano" y sobre todo vinculado al gobernante Partido Revolucionario Institucional (PRI), que gobernó el país desde 1929, con una pausa entre 2000 y 2012, y se dio la bienvenida a la nueva era de la globalización.

    Pero ahora, con el aguerrido discurso xenófobo de Trump contra México, ha resurgido un sentimiento nacionalista que no se veía desde que miles de personas acudieron al Zócalo, la plaza principal del país, a donar sus joyas y escasas pertenencias para pagar las empresas nacionalizadas por Cárdenas.

    Sin embargo, los analistas alertan que esa postura podría ser aprovechada por el carismático líder Andrés López Obrador, dos veces candidato presidencial, quien perdió en 2006 por medio punto y ahora va por una tercera, con buenas posibilidades pues encabeza la mayoría de las encuestas.

    Las beligerantes notas del Himno Nacional que lanza el "grito de guerra" al "sonoro rugir del cañón" vuelven a sonar como una peligrosa consigna que algunos analistas miran con desconfianza.

    (ANSA).