23/06/2010 - Casos

Caso Jefatura: El Perro Clemente reconoció que colaboró para el secuestro de personas

En su declaración testimonial Juan Carlos Clemente reconoció que fue obligado por los secuestradores a marcar personas conocidas. Además explicó que a la documentación presentada la mantuvo durante varias décadas oculta entre escombres y dijo que nunca los revisó por lo tanto no conoce su contenido. Ayer declaró Albornoz.

Todos esperaban que Juan Carlos Clemente, “el perro”, quien el martes de la semana pasada aportó documentación de primera línea que da cuenta de cómo funcionaba el aparato represivo en Tucumán, brinde detalles al respecto, sin embargo el testigo recurrió a una respuesta poco satisfactoria para todos: “no se”.

Estas dos palabras utilizó cuando le preguntaron sobre el contenido de la documentación, explicando que no conoce su contenido porque durante los más de treinta años que la tuvo oculta, primero entre escombros en su cama de mampostería, luego cuando se casó en el entrepiso de su casa, envuelta en plástico y papeles, nunca vio el contenido.

El dato más interesante que aportó fue cuando el presidente del Tribunal Oral Federal, Carlos Jiménez Montilla le preguntó ¿qué es un paseador?, entonces Clemente, dudó uno segundo y luego respondió que había gente a la que sacaban detenidos en autos de la policía para marcar conocidos. ¿Lo hizo alguna vez?, interrogó el juez. Varias contestó el testigo.

Pero a pesar de que Clemente fue parte de la policía de Tucumán desde 1977 a 1984 y se encargaba de archivar biblioratos, en el D2, departamento de inteligencia de la policía, expresó que no nunca se fijó el contenido de la documentación que presentó, la cual rescató de que la quemaran. “No sabía bien qué era. Tenía miedo, pánico y terror”, indicó. Sin embargo mencionó: “creo que entre los archivos habían memorando de listas de personas detenidas, un bibliorato con declaraciones (confesiones luego de torturas). Lo cual se encuentra en la documentación.

Respecto a cómo salvó estos papeles explicó que se los escondió en la pierna como si fueran una canillera. “Como decidieron quemarla pensé que eran importantes”, reveló. A su vez destacó que nadie conoce que estos papeles estaban en su poder y mencionó que recibía visitas periódicas preguntándole sobre el paradero de Juan Martín, con quien se carteaba permanentemente. Para Clemente estas advertencias también iban dirigidas a él.

“Me pedían que les brinde datos de Martín y me dijeron que lo iban a fletear”. Además prometieron que “si sabemos que viene en avión lo estaremos esperando”, sostuvo.

Luego el fiscal leyó un texto firmado por Eloísa Martínez Aráoz quien en uno de los listados reconoció a su pareja en aquél entonces, Alejandro Lagos, secuestrado en Alderetes en 1976, pero cómo anteriormente cuando le preguntaron si lo conocía respondió: “no sé”.

Además de Albornoz están imputados en esta megacausa Luciano Benjamín Menéndez, Carlos y Luis De Cándido.

Sebastián Ganzburg

sebaganzburg@gmail.com