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AMPLIAREste movimiento diplomático tiene sus raíces en un intento previo en 2018, cuando Paraguay inicialmente trasladó su embajada EFE

Paraguay rompe consenso internacional estableciendo embajada en Jerusalén

El presidente paraguayo Santiago Peña inauguró la embajada de Paraguay en Jerusalén, una decisión que rompe con el consenso internacional y posiciona a la nación sudamericana en un escenario geopolítico complejo, teniendo en cuenta la compleja situación en el Oriente Medio.

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La ceremonia, celebrada el martes pasado en la capital israelí, no solo representa un cambio de sede diplomática, sino una declaración política de profundas implicaciones. Peña ratificó a Jerusalén como la «capital eterna de Israel», desafiando las posturas de la mayoría de los países que no reconocen oficialmente este estatus.

Actualmente, solo cinco naciones mantienen embajadas en Jerusalén: Estados Unidos, Guatemala, Honduras, Kosovo y Papúa Nueva Guinea. Con esta decisión, Paraguay se suma a este grupo, en un contexto internacional altamente polarizado por el conflicto israelí-palestino.

El primer ministro israelí Benjamin Netanyahu celebró públicamente este respaldo, señalando que «hay muchos que dan la espalda», mientras que el presidente israelí Isaac Herzog destacó el significado simbólico del gesto, especialmente tras «un año sumamente difícil» para Israel.

Este movimiento diplomático tiene sus raíces en un intento previo en 2018, cuando Paraguay inicialmente trasladó su embajada y luego dio marcha atrás. La actual administración no solo reitera su determinación, sino que lo hace con un discurso que enfatiza «solidaridad y fraternidad».

El presidente Peña no escatimó en definiciones claras, refiriéndose a Hamás como «criminales» y marcando una postura que se distancia significativamente de la tradicional neutralidad latinoamericana en conflictos de Medio Oriente.

Mientras Israel celebra este apoyo de Paraguay, los aliados europeos siguen manteniendo una postura cautelosa, resistiéndose a acciones que puedan interpretarse como violatorias de las resoluciones históricas de Naciones Unidas sobre el estatus de Jerusalén.

El gran interrogante que se abre es cómo Paraguay sostendrá este posicionamiento en un escenario internacional cada vez más multipolar, donde las alianzas diplomáticas requieren un equilibrio delicado entre principios, intereses económicos y proyección geopolítica.

La inauguración de esta embajada es una declaración de principios que podría reconfigurar las relaciones de Paraguay en el escenario internacional, y más aún latinoamericano. TeleSur