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AMPLIARMarcha de protesta contra Jair Bolsonaro en Brasilia (foto: ANSA)

El gobierno de Bolsonaro con 61% de imagen negativa

Con un índice de desaprobación del 61% el mandatario brasileño, Jair Bolsonaro, fustigó ayer a su antiguo aliado y exjuez, Sergio Moro, posible candidato a la presidencial, mientras lanza un programa social destinado a la población más afectada por la crisis.

Sigue.

El exjuez de la causa Lava Jato,Moro, acaba de presentarse como postulante a la presidencia dentro del campo de una "tercera vía" que aspira captar votos de bolsonaristas desengañados.

El 61% de los encuestados tiene una imagen negativa del gobierno mientras el 30% tiene una visión positiva de acuerdo con una encuesta publicada ayer por la consultora de opinión pública Poder Data.

En un sondeo de la encuestadora Vox Populi, también divulgado este jueves, el 43% consideró a Bolsonaro como el peor presidente de la historia, mientras para el 15% Luiz Inácio Lula da Silva fue el peor y el 10% escogió a Fernando Collor de Mello como el mandatario con la gestión más deplorable.

Las mediciones negativas del presidente aparecen a menos de un año de las elecciones en las que buscará su segundo mandato.

Nadie cree que Bolsonaro esté políticamente desahuciado puesto cuenta con herramientas políticas para reponerse y ser un candidato victorioso.

Para expertos en opinión pública y analistas políticos, la imagen desfavorable del mandatario en esta coyuntura se explica en un cuadro socioeconómico negativo con 13,7 millones de desocupados, 6 millones de desencantados, que son aquellos desocupados que ya no buscan empleo.

A lo anterior se suma una inflación rozando el 10%, que es más alta si se miden solamente los artículos de la canasta familiar.

Para revertir esa sensibilidad popular negativa Bolsonaro lanzó esta semana el Auxilio Brasil que destinará 400 reales (unos 80 dólares) a 17 millones de familias humildes.

Junto a la creación de este programa fue decretado el fin de la Bolsa Familia creada hace 18 años por el entonces expresidente y precandidato presidencial, Luiz Inácio Lula da Silva.

Bolsonaro necesita arrebatar parte del electorado humilde a Lula, del izquierdista Partido de los Trabajadores (PT), si pretenden ser electo el 2 de octubre del año próximo.

Una encuesta aparecida este miércoles, de la consultora Quest, mostró a Lula con el 48% de intenciones de voto, seguido por Bolsonaro con el 21% y en tercer lugar apareció el "outsider" Sergio Moro, con el 8%.

Moro se afilió ayer al conservador partido Podemos con la evidente, aunque no explicitada, intención de ser candidato presidencial en 2022 dentro de una "tercera vía" que sea una alternativa a la polarización entre Lula y Bolsonaro.

Con un discurso fuerte, Moro se mostró equidistantes :criticó al ultraderechista Bolsonaro y al izquierdista Lula.

Pero descargó más pólvora en su exaliado Bolsonaro al enrostrarle complicidad con la corrupción y hacer maniobras para impedir que la Justicia investigue a sus hijos, el senador Flavio Bolsonaro, el diputado Eduardo Bolsonaro y el concejal Carlos Bolsonaro.

Posiblemente Bolsonaro y sus asesores comprendieron que Moro puede ser una amenaza: con su discurso conservador, apoyado en la anticorrupción, puede atraer a ciudadanos que en 2018 votaron al actual mandatario.

Este jueves por la mañana el presidente conversó con simpatizantes a quienes preguntó si había visto el discurso de Moro en su lanzamiento como probable presidenciable.

"Yo asistí (a la transmisión del acto de Moro en Brasilia) porque él fue mi ministro, leí el discurso", comentó Bolsonaro.

El mandatario no disimuló su enfrentamiento con Moro, quien fuera su ministro de Justicia entre enero de 2019 y abril de 2020.

Moro "no aprendió nada en un año y cuatro meses allí (Ministerio), él no sabe lo que es ser presidente ni lo que es ser ministro", declaró Bolsonaro.

Por lo pronto, el mandatario triplica en intenciones de voto a Moro, pero sabe que la agenda ética puede serle perjudicial.

En estos 3 años de gobierno surgieron denuncias de corrupción contra la familia del mandatario y en los últimos meses hubo críticas por la alianza con el grupo de partidos llamado "Centrao", donde hay caudillos vinculados a escándalos.

Uno de los jefes de "Centrao" es Valdemar Costa Neto, presidente del Partido Liberal (PL,derecha), que condenado y preso por un caso de corrupción en la década pasada.

Bolsonaro anunció que llegó a un acuerdo con Costa Neto y que se afiliará al PL, pese al prontuario de esa agrupación.

Esta semana un hijo del presidente borró de sus redes sociales posteos en los que expresaron críticas a Costa Neto por sus casos de corrupción.