El Consejo Indigenista Misionero (CIMI) de Brasil acusó ayer en la ONU al gobierno del presidente, Jair Bolsonaro, de cometer "atrocidades" contra las comunidades tradicionales en el marco de la pandemia del coronavirus.
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Durante la pandemia los pueblos originarios tuvieron que apelar al apoyo de ONG y "organismos internacionales frente a las atrocidades y una serie de omisiones deliberadas" cometidas por el gobierno, afirmó Roberto Leibgott, del CIMI, ante el Consejo de Derechos Humanos de la ONU.
El CIMI es un organismo vinculado a la Conferencia Nacional de Obispos de Brasil (CNBB). "No hay ningún plan para salir de la pandemia, el presidente de la República continúa en una realidad paralela como lo demostró (semana pasada) ante la Asamblea General de la ONU", consignó el representante del CIMI.
El martes pasado Bolsonaro pronunció el discurso de apertura de la Asamblea de la ONU durante el cual defendió el "tratamiento precoz" contra el Covid-19, que incluye la prescripción de hidroxicloroquina una droga contra el lupus no recomendada para el coronavirus.
"Las fuerzas políticas predominantes en Brasil están valiéndose de la pandemia para desmantelar la gobernanza ambiental de los indígenas, que fue construida desde la democratización del país (a partir 1985)", aseveró Leibgott ante el Consejo de Derechos Humanos en Ginebra, Suiza.
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