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AMPLIARBolsonaro molesto con los jueces

Bolsonaro dice que perdió paciencia con la Corte

El presidente brasileño, Jair Bolsonaro, afirmó que la Justicia tensó demasiado la cuerda en el contexto de la disputa que mantiene con el gobierno agravando la crisis a dos semanas de las manifestaciones contra la Corte, en la que participarán policías apoyados por el hijo del mandatario.

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"Aquí en Brasilia no hay gente con superpoderes, yo soy el jefe del Ejército, pero soy transitorio, pero en el Supremo Tribunal Federal (STF) hay algunos jueces que exageraron perjudicando el funcionamiento de la nación", afirmó Bolsonaro en una entrevista televisiva emitida ayer a la noche en el Canal Rural.

Sin nombrar al juez del STF, Alexandre de Moraes, el presidente dijo que éste se "extralimitó, pasó los límites, en mi entender no está reventando la cuerda sino que ya reventó la cuerda".

La semana pasada Bolsonaro presentó ante el Congreso un pedido de impeachment contra Moraes, al que criticó por ordenar el arresto del diputado Daniel Silveira.

El diputado y Policía Militar (PM) Silveira fue arrestado por reivindicar la dictadura militar y alentar un golpe de Estado.

El presidente reiteró ayer que participará en las protestas del 7 de setiembre en Brasilia y San Pablo contra el STF, que varios gobernadores consideraron son parte de una campaña "antidemocrática" y "desestabilizadora".

El diputado y PM Coronel Tadeu afirmó que 50 ómnibus transportarán a policías hasta la ciudad de San Pablo para la manifestación y amenazó al gobernador paulista Joao Doria.

El pasado lunes Doria separó de su cargo al coronel de la PM Aleksander Lacerda, que también promovió las protestas.

Paralelamente en la noche de este martes el diputado Eduardo Bolsonaro, que es Policía Federal, publicó en sus redes sociales un comunicado de la Asociación de Militares Estaduales de Brasiil (Amebrasil), entidad que reúne a las PM de varios estados.

El coronel de la PM de Brasilia, Marco Antonio Nunes de Oliveira, presidente de Amebrasil, firmó una nota en la que se señala que en "caso de ruptura" institucional las policías no van a obedecer las órdenes de los gobernadores y "seguirán (instrucciones) del Ejército".