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AMPLIARLa bandera de Brasil y botas militares, un controvertido símbolo de los tiempos polémicos en el país. (foto: ANSA)

Corte brasileña ordena allanar casas por amenaza a la democracia

El presidente brasileño Jair Bolsonaro confirmó ayer su participación el 7 de setiembre, Día de la Independencia, en los actos que están en la mira del Supremo Tribunal Federal (STF) que los considera un "escudo" tras del cual actúan grupos que amenazan a la democracia.

Sigue.

El expresidente y líder opositor, Luiz Inácio Lula da Silva, criticó el cuadro de "anomalía democrática", que según dijo se agita en Brasil.

La Policía Federal allanó hoy las oficinas de un cantante, un diputado y un productor de soja, los tres adherentes a las ideas de Bolsonaro y envueltos en la organización del acto del 7 de setiembre, por orden de STF.

Un par de horas después de las diligencias policiales en varios estados Bolsonaro declaró en el Palacio de Alvorada, de Brasilia, que "el día 7 de setiembre vamos a hacer una ceremonia militar aquí a las 8 de la mañana, a las 10 horas vamos a ir a la Explanada (avenida principal Brasilia) para hacer uso de la palabra, no va a ser una palabra de amenaza contra nadie y luego estaremos en San Pablo", para la protesta que se realizará en la Avenida Paulista.

"Tengan la certeza de que el mundo va a tener una fotografía de lo que ustedes quieren", dijo el gobernante dirigiéndose a un grupo de simpatizantes.

Las protestas del 7 de setiembre fueron convocadas en repudio a los jueces del STF que abrieron procesos contra el mandatario en causas sobre la diseminación de noticias falsas y otras acusaciones.

A lo largo de este año, Bolsonaro ha encabezado otros actos en el que el público corea la consigna "Yo Autorizo" al mandatario, aunada a propuestas como el cierre del Congreso, la destitución de los jueces del STF y la implantación de un gobierno militar.

En las últimas semanas el mandatario y ex capitán del Ejército endureció sus ataques contra el STF y el Superior Tribunal Electoral, y hasta puso en duda la realización de las elecciones de 2022 en las que buscará su reelección en un posible duelo con Lula.

A principios de agosto Bolsonaro organizó una parada militar frente al Congreso para presionar a los diputados el día que debían votar el proyecto oficialista contra el voto electrónico y a favor del voto de papel.

Pese a la presión militar el voto de papel, defendido por Bolsonaro, fue derrotado en la Cámara baja.

Ante los hechos de este viernes y de las semanas recientes Lula da Silva bramó alarmado. "Nunca imaginé que después de la Constitución (sancionada) de 1988, íbamos a volver situación de anomalía democrática", disparó.

Lula, del izquierdista Partido de los Trabajadores (PT) reconoció que la oposición no fue eficaz en demostrar a la población que Brasil corre el riesgo de volver a un régimen no democrático.

Para Lula es necesario "sacar" a Bolsonaro del gobierno porque el país está en manos de un "genocida" y "desequilibrado".

El veterano político realiza una gira por los estados de la región nordeste donde hoy se reunió con el gobernador de Maranhao, Flavio Dino.

El gobernador del Partido Socialista Brasileño (PSB, centroizquierda) habló de un eventual golpe, y consideró que este es improbable porque "Brasil es más grande que las milicias (grupos paramilitares) y los mini dictadores". Poco antes del encuentro entre Lula y Dino el STF ordenó allanar los domicilios del cantante Sergio Reis, el diputado, Otoni de Paula, el productor de soja Antonio Galván y otros cinco ciudadanos que convocaron a las manifestaciones del 7 de setiembre.

En un audio reciente el popular Reis dijo, luego de almorzar con Bolsonaro, que se estaba organizando un movimiento para "ordenar" al Senado que quite de sus cargos a los 11 jueces del STF y que había financiamiento de importantes productores de soja disponible para organizar una protesta de varios días que podía terminar en la invasión del Palacio Legislativo.

Esta marcha estaría ligada a los actos del 7 de setiembre y en ella iban a participar miles de camioneros cortando las carreteras de todo el país, dijo Sergio Reis la semana pasada tras su cita con Bolsonaro.

El juez del STF Alexandre de Moraes, que ordenó los allanamientos, sostuv que el "derecho" a manifestación no es "absoluto" y éste no puede ser utlizado "como un "escudo" para cometer "crímenes" y acciones "antidemocráticas".

Por su parte el diputado federal y pastor Otoni de Paula declaró hoy que continuará apoyando las protestas del 7 de setiembre.

"No voy a retroceder un milímetro dentro de lo que la democracia permite, yo no hice nada para ser preso", aseveró el congresista del conservador Partido Social Cristiano.