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AMPLIARUna de las habituales manifestaciones contra el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro (foto: ANSA)

Gobernador de Sao Paulo contra el "golpismo" de Bolsonaro

Joao Doria, gobernador del estado de San Pablo y precandidato presidencial, denunció ayer la actitud "golpista" del presidente brasileño, Jair Bolsonaro, quien levantó sospechas de fraude de cara a las elecciones de 2022 por la posible manipulación de votos en a través de las urnas electrónicas.

Sigue.

El diario Estado de San Pablo publicó que el general Walter Souza Braga Netto, ministro de Defensa, "amenazó" al Congreso con impedir que se realicen los comicios si no se aprueba una ley que restablezca el sistema de votación mediante registro de papel.

"La democracia brasileña es más fuerte que los golpistas y que aquellos que coquetean con el autoritarismo. El Poder Legislativo, el Poder Judicial y la población en general quieren la democracia y quieren elecciones con voto electrónico como ha ocurrido en los últimos 25 años", afirmó Doria.

El gobernador paulista formuló declaraciones hoy a la cadena de radios CBN, del grupo Globo.

"El gobierno de Bolsonaro tiene una vocación autoritaria, basta ver cuantas declaraciones, entrevistas dieron Bolsonaro y sus ministros flirteando con el autoritarismo, amenazando a la Suprema Corte, amenazas al Legislativo, a la libertad de prensa, a los intelectuales", continuó el gobernador de San Pablo, el estado más poblado y rico del país.

Doria pertenece al centrista Partido de la Socialdemocracia Brasileña (PSDB), y se convirtió en opositor al gobierno luego de haber apoyado a Bolsonaro en los comicios de 2018.

El mandatario reiteró este viernes que va a continuar trabajando por "elecciones limpias" y cricitó al juez Roberto Barroso, titular del Tribunal Superior Electoral, que es un defensor de las urnas electrónicas.

"¿Quién está en contra de elecciones transparentes, quien tiene razones ocultas? Quiero transparencia", aseveró el mandatario en una entrevista por una radio del estado de Mato Grosso do Sul.

"Cuando veo que algunas autoridades tuitean que el voto es un tema político y diciendo que otras personas no se deben meter en eso... yo digo que es una cuestión de seguridad nacional, las elecciones son una cuestión de seguridad nacional", había afirmado el jueves a la noche el presidente y excapitán del Ejército Bolsonaro.

El debate en torno del modelo de urnas se mezcló esta semana con la denuncia,desde la oposición, de una intentona desestabilizadora por partet de Bolsonaro y sectores de las Fuerzas Armadas que respaldarían al presidente y al ministro de Defensa, general Braga Netto.

Braga Netto desmintió el artículo aparecido en el Estado de San Pablo sobre su supuesta "amenaza" al presidente de la Cámara de Diputados, Arhtur Lira, para que se apruebe el proyecto de ley que cambia el sistema de votación.

En cambio Lira realizó comentarios y divulgó un comunicado en el que evita desmentir categóricamente si hubo una "amenaza" de parte del general.

Por su parte el presidente de la Orden de Abogados de Brasil, Felipe Santa Cruz, dijo hoy que está bajo amenaza el respeto a la Constitución sancionada en 1988, tres años después del fin del gobierno militar.

"El presidente brasileño es un traidor a la patria cuando día tras día trabaja contra la Constitución, él no tiene ningún aprecio a la democracia y la libertad", aseveró Santa Cruz.

Como telón de este clima político tenso están las encuestas de opinión de los últimos meses que proyectan unas elecciones polarizadas entre Bolsonaro y el expresidente, Luiz Inácio Lula da Silva, del Partido de los Trabajadores (PT, izquierda).

Las encuestas de los últimos meses dan como favorito a Lula con una ventaja del orden de los 20 puntos porcentuales.

Bolsonaro declaró este viernes que no confía en las "encuestas fake" de la agencia Datafolha y que aún no decidió si será candidato a la reelección en octubre del año que viene.

El último sondeo de Datafolha, publicado el 9 de julio, ubicó a Lula con el 46% de las intenciones de voto seguido por Bolsonaro con el 25%. En un eventual segundo turno, el exmandatario Lula se impondría con el 58 % frente al 31 % del presidente Bolsonaro, según la encuestadora.