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AMPLIARTrabajadores de la salud detrás de un ataúd que representa a colegas muertos durante una protesta contra el presidente de Brasil

Dura advertencia parlamentaria a Bolsonaro

El presidente brasileño Jair Bolsonaro citó a la canciller alemana , Angela Merkel, para justificar su rechazo al aislamiento social, tema que causó un encontronazo con el Congreso donde se lanzó la advertencia de que el mandatario puede se objeto de una medida "amarga" si mantiene su política sanitaria, que ya costó más de 300 mil vidas.

Sigue.

En medio de la tensión política Bolsonaro se reunió con el jefe de Diputados.

"Angela Merkel iba a tener un 'lockdown' riguroso allá (en Alemania, NDR), pero lo canceló y pidió disculpas, dijo que los efectos de cerrar todo son más graves que los efectos del virus, son palabras de ella", afirmó Bolsonaro dando una interpretación propia a la actitud de la canciller.

El presidente realizó declaraciones ayer, un día después de que Brasil superó las 300 mil víctimas fatales por el Covid-19.

El ambiente político se hizo eco de la espiral descontrolada fallecimientos ocurridos en los últimos meses.

En los últimos 75 días perdieron la vida unos 100 mil brasileños contra 200 mil víctimas fatales contabilizadas entre marzo y diciembre de 2020.

El investigador Carlos Machado atribuyó esa situación "dramática" a la "falta de medidas" del gobierno ante la pandemia, y enumeró entre ellas la "actitud negativa" del presidente respecto del aislamiento y "no haber apoyado" la compra de vacunas.

Machado, coordinador del Observatorio Covid-19, pronosticó que, de no haber un cambio "fuerte" de la estrategia oficial, en dos meses Brasil llegará a los 400 mil muertos.

En ese contexto el martes pasado Bolsonaro pronunció un discurso en cadena de radio y televisión en el que se comprometió a lanzar una campaña de vacunación masiva.

Ayer jueves el gobernante volvió a remarcar su compromiso con la inmunización y añadió que "en los próximos tres meses vamos a producir vacunas, el gobierno está funcionando, pero eso no aparece (en los medios, NDR), sólo aparecen algunos asuntos".

Entre tanto, el descontento ante la estrategia sanitaria también llegó al oficialista diputado Arthur Lira, jefe de la Cámara baja, quien ayer anunció que no descarta tomar medidas "amargas" contra el jefe de Estado.

Lira al igual que otros diputados y senadores, reclama la renuncia del canciller Ernesto Araújo, por su falta de colaboración en las negociaciones diplomáticas para la compra de vacunas.

Para analistas, estas manifestaciones del jefe de Diputados deben ser entendidas como una advertencia de que podría autorizar que se tramite alguno de los más de 60 pedidos de impeachment contra Bolsonaro.

"Esa declaración no le gustó nada a Bolsonaro, él pierde el sueño cuando oye hablar de impeachment", dijo hoy la periodista Vera Magalhaes, del diario O Globo.

Ante ese clima político enrarecido Bolsonaro convocó hoy a Lira al Palacio del Planalto para una reunión que no fue anunciado en la agenda oficial. Luego de conversar con Lira, Bolsonaro declaró que "hay cero problema con él".

Prácticamente a la misma hora que Bolsonaro se reunía con Lira el general Augusto Heleno, minimizaba la situación.

Heleno, ministro de Seguridad y hombre de confianza de Bolsonaro, dijo que el diputado Lira está "bajo presión" debido a los problemas del Covid, y sus dichos no deben ser entendidos como una advertencia al presidente.